El Tribunal de DerechoS Humanos de Estrasburgo ha desestimado la demanda contra España que presentó la Asociación Española de Afectados de la Talidomida (AVITE), en la que se argumentaba que se habían vulnerado los derechos fundamentales de los afectados por dicho medicamento. El tribunal argumenta que "no se ha observado ninguna apariencia de violación de los derechos y libertades garantizados por su convenio o sus protocolos".

La talidomida, elaborada por el laboratorio alemán Grünenthal, fue autorizada en España en 1957 con la indicación de que podía ser utilizado por mujeres embarazadas para atenuar las náuseas y vómitos habituales en el periodo de gestación. En 1963 quedó prohibido su uso, tras comprobar que la sustancia tenía un efecto teratogénico sobre el feto, al que causaba graves malformaciones congénitas. Los afectados, no obstante, fueron abandonados por las administraciones sanitarias española y europea, y nunca han recibido ningún tipo de ayuda material o médica, ni indemnización. En el 2010, Avite recurrió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ahora los ha dejado definitivamente sin solución ni ningún tipo de apoyo o reparación. Ante este tribunal no cabe recurso por parte de ninguna instancia judicial.

PROMESA DE CENSO

El Ministerio de Sanidad español se ha comprometido en varias ocasiones a elaborar un censo sobre las personas que sufren las consecuencias de la talidomida, hijos de las mujeres que la tomaron durante su gestación. El Gobierno anunció el pasado mayo que procedía a elaborar ese recuento, reiteradamente solicitado por los afectados, y aseguró que, tras conocer el número de implicados decidiría si eran indemnizados de alguna forma. Avite calcula que en España existen unas 600 personas con malformaciones causadas por la talidomida..

La decisión del tribunal de Estrasburgo ha sido considerada como una"humillaciíon" por los miembros de Avite. "Los españoles afectados por la talidomida depositaron su fe en la justicia el Tribunal de Estrasburgo -han dicho-. Es una sinrazón y un despropósito este veredicto. Nos declaramos pública y mundialmente vencidos".

Como último recurso, los miembros de Avite vuelven ahora su mirada hacia el Gobierno español que, indican, "tiene la última palabra y la pelota en su tejado -aforma Avite-. Si quieren, pueden ayudarnos, puesto que solo nos queda a posibilidad de su reparación".