"Abominable, monstruoso, repulsivo". Con estas palabras, la juez Anke Grudda cerraba uno de los casos de pederastia más escabrosos que se recuerdan en Alemania. Y lo cerraba sentenciando a 13 y 12 años de prisión a dos hombres que durante años violaron y abusaron sexualmente de 32 menores de edad.

Tras dos meses de juicio, el Tribunal Regional de Detmold ha ordenado la detención de Andreas V., de 56 años, y Mario S., de 34, como responsables de unos crímenes que perpetraron en un camping de la localidad de Lügde. Entre sus víctimas había 24 niñas y ocho niños a quienes "degradaron como objetos de su deseo sexual" y "destruyeron la infancia". Según la responsable del caso, sin embargo, las víctimas podrían ser muchas más. Algunas de ellas aún iban a educación preescolar.

"Aún es difícil describir lo que pasó en ese campamento", confesaba la jueza antes de dictar sentencia. Y es que ambos pederastas violaron y abusaron sexualmente de estos menores de forma reiterada. Según lo investigado, abusaron de ellos hasta en 450 ocasiones. Andreas V. fue responsable de 290 actos de agresión mientras que Mario S. lo fue de otros 160.

MANIPULADOR SIN EMPATÍA

Aún se conocen pocos detalles de un caso que se ha juzgado con muchas sesiones a puerta cerrada para proteger así a las víctimas. Sin embargo, la justicia ha explicado que ninguno de los dos culpables parecía entender su culpa ni sentir empatía por las víctimas. Durante el procedimiento, un psiquiatra describió al principal violador, Andreas V., como una persona manipuladora, narcisista y antisocial con una profunda tendencia al abuso de menores.

Para más inri, los dos violadores fotografiaron y grabaron sus crímenes. La policía encontró cientos de documentos de pornografía infantil que mostraban la violencia sexual que ambos perpetraron contra niños y adolescentes.

Estos abusos, que también se produjeron en un apartamento de Mario S. en Steinheim, se prolongaron durante 20 y 13 años respectivamente. Este período de tiempo inusualmente largo despertó unas sospechas que se acrecentaron con la desaparición de evidencias durante la investigación. Por ello, el parlamento regional del Estado de Renania del Norte-Westfalia ha creado una comisión de investigación para esclarecer el rol de la policía, la fiscalía, las oficinas de asistencia a la juventud y del propio gobierno en un perturbador caso que durante años decidieron no investigar.