Lyon acoge hoy y mañana una cumbre fundamental para la lucha contra las tres infecciones que más matan: el sida, la malaria y la tuberculosis. Allí se reúne el Fondo Mundial contra las tres enfermedades, organismo multilateral que se cita cada tres años para recaudar donaciones de gobiernos, empresas y organizaciones. Esta vez se ha propuesto ingresar al menos 14.000 millones de dólares (12.750 millones de euros) en el trienio 2020-2022, en un contexto en el que hasta la ONU ha lanzado la voz de alerta porque ha caído la financiación internacional y, con ello, se está ralentizando el ritmo de reducción de las nuevas infecciones por VIH.

Médicos Sin Fronteras (MSF) publicó ayer un informe que evidencia que la escasez de fondos multilaterales y la insuficiencia de recursos de los países más afectados ya están causando vacíos en los servicios de diagnóstico, prevención y atención del VIH y la tuberculosis, además de originar un desabastecimiento de fármacos.

MOMENTO CRÍTICO // Tras una década en la que los donantes habían hecho grandes esfuerzos, la tendencia se rompió en el 2018, cuando las inversiones contra el VIH mermaron en 1.000 millones de dólares, mientras que la diferencia entre el importe necesario para los programas de tuberculosis y el dinero disponible fue de 3.500 millones. La caída se produce en un «momento crítico». Según datos de la ONU, casi 38 millones de personas tienen el VIH, pero solo dos de cada tres tienen acceso a los antirretrovirales.