La ciudad de Alicante sorteó con mínimos daños materiales y, sobre todo, sin heridos una de sus peores trombas de agua de los últimos 80 años, ocurrida el lunes por la noche con cerca de 140 litros por metro cuadrado. El alcalde alicantino, Gabriel Echávarri, ofreció ayer un primer balance de las lluvias torrenciales, las terceras más copiosas desde 1934 (después de las de 1997 y 1982 ), que provocaron inundaciones en diversas zonas de la ciudad y obligaron al rescate de una veintena de personas atrapadas en el interior de sus vehículos. EFE