El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, pidió ayer disculpas por si durante el acto del cierre de Ifema incurrió «en alguna conducta que no es compatible con la ejemplaridad» y reconoció que se produjeron escenas que no se deberían haber producido. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también admitió que tendría que haber invitado a menos representantes públicos al acto.

En declaraciones a Telemadrid, en la celebración del Dos de Mayo en la Puerta del Sol, el regidor hizo hincapié en que Ifema fue «un símbolo no de alegría porque no puede haber alegría mientras no se haya superado la pandemia» pero sí «un símbolo de esperanza». «Eso hizo ayer que se desbordaran las emociones», justificó.

A continuación, el alcalde de Madrid incidió en que se vivieron determinados momentos «que no deberían haberse producido» dado que no casan «con el mensaje» que están transmitiendo desde las instituciones.

Isabel Díaz Ayuso, por su lado, explicó que cuando llegó al hospital de Ifema se encontró «una explosión de alegría de todos los profesionales que se han estado dejando la vida allí durante estos meses tan duro por el virus».

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, elució opinar sobre las imágenes de aglomeraciones que se pudieron ver este viernes en el acto de Ifema. «Lo he dicho desde el principio de esta crisis, el Gobierno no va a polemizar con ninguna administración. Lógicamente, me reservo el comentario de las imágenes que vimos», manifestó Sánchez al ser preguntado por este acto que tantas críticas ha suscitado en diferentes sectores y que ya está investigando la Delegación del Gobierno de Madrid.