El futuro de la tele se ve muy bien. Al alud de producciones (algunas excelentes) que se pueden disfrutar hoy en día, se suma la calidad con la que se transmiten. Y es que la tecnología está permitiendo a los televisores ofrecer una definición de cine. Ahora nadie concibe la tele si no es alta definición (HD). Pero la incipiente inclusión de la ultra alta definición (UHD), también conocida como 4K, está empezando a hacer sombra a la HD (cuadruplica su definición), antes de que esta se implante definitivamente. Pero esta es una carrera desenfrenada: apenas están haciendo sus pinitos las emisiones en 4K (por satélite e internet), y demostrando sus posibilidaes en el Mundial de Rusia de hace apenas un mes, y ya nos avisan de que el 8K se puede otear en un futuro no muy lejano. De momento, las pruebas del 8K, en las que se ha multiplicado ¡por 16! la definición de la HD, ya se han hecho. Y, por lo visto, satisfactoriamente.

El 8K es el formato de televisión con el que ya llevan trabajando varios años en la televisión estatal japonesa, la Japanese Broadcasting Corporation (NHK). La idea es desarrollar un formato ideal para macropantallas con diámetros superiores a las 100 pulgadas (más de dos metros y medio de diagonal). Y para ‘resistir’ estos tamaños se necesitan resoluciones de 7.680 x 4.320 píxeles. Es decir, 4 veces la resolución que el formato Ultra HD (4K) y 16 veces la de la HD. Y aunque ya se han hecho pruebas, la implantación de esta tecnología “aún tardará unos años en producirse”, afirma Tom Christophory, General Manager, Video & IP Technology de la empresa de satélites SES, y responsable de la primera transmisión de prueba de 8K para esta empresa.

La prueba de SES -realizada en su sede en Luxemburgo- buscaba comprobar las posibilidades de transmitir vía satélite con recepción directa al hogar (DTH). Fue un éxito, pero moderado, tal como reconoce Christophory, debido a la inmensa cantidad de megabits por segundo de emisión que aún requiere el 8K. “Hace unos años, el 8K todavía requería de 200 a300 Mb./s. -explica-. Hoy en día, y gracias a los sistemas de compresión, se ha llegado a 80 Mbit/s [cuatro veces más que en la actual 4K]”. Es un gran avance, pero el directivo de SES considera que “no son las velocidades comunes para transmisiones DTH”.

Al margen de la complejísima tecnología que se requiere para transmitir en 8K, el motor de toda revolución está en el consumidor. Y este punto es quizás el que puede hacer más lenta la introducción de esta opción. “A día de hoy, con los tamaños de pantalla habituales en los hogares y en las tiendas, hablar de 8K es honestamente algo aún lejano -insiste Christophory-. Sin embargo, si los tamaños de pantalla superan la barrera de las 100 pulgadas, algo que puede suceder en el futuro, la televisión con una resolución superior a 4K comenzará a tener sentido. ¿Cuándo podría ser eso? Por ahora, la industria piensa que esto sucederá alrededor de 2022-2025”.

Eso sí, las pruebas demuestran que el 8K es factible, pero el directivo de SES remarca que faltan mejoras en “los sistemas de compresión, decodificadores 8K Ultra HD, estándares, pantallas más económicas y, obviamente, más producción de contenido”. Ante esta realidad, Christophory explica que, desde SES, el objetivo sigue siendo “la conversión de canales SD a HD y la introducción del 4K”.