Los alumnos españoles de cuarto de Primaria progresan adecuadamente. El Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS, por sus siglas en inglés) concluye que los niños de entre nueve y 10 años han mejorado los resultados de sus predecesores en ambas materias. Si bien la nota obtenida queda por encima de la media de los 49 países participantes en el informe, los estudiantes españoles continúan por debajo de la Unión Europea y la OCDE.

La tendencia es positiva. Como refleja el TIMSS, España es el país que más sube en Matemáticas (ha obtenido 505 puntos), si se comparan los resultados con los del 2011 (cuando sumó 23 puntos menos). Con estas notas, son los primeros alumnos españoles que superan la media global del resto de participantes (500 puntos). Ahora bien, siguen por debajo de la media comunitaria (519) y la OCDE (525), como también sucede en Ciencias. En esta asignatura, los menores obtienen una puntuación más cercana a sus vecinos europeos.

España, en la actualidad, se sitúa a la altura de países como Canadá e Italia y supera a Francia, Croacia y Nueva Zelanda. Los mejores resultados corresponden a Singapur (618), Corea del Sur (608), Japón (593), Irlanda del Norte (570) y Rusia (564).

EN CIENCIAS, CON CANADÁ // En Ciencias, los alumnos españoles también mejoran, en este caso 13 puntos, hasta alcanzar los 518, y se sitúan por encima de la media de todos los participantes (500), acercándose mucho a la de la UE (521) y la OCDE (528). España se coloca a nivel de Canadá, Australia e Irlanda del Norte y supera a estados europeos como los Países Bajos, Italia o Francia. Los mejores resultados vuelven a ser para Singapur (590), Corea del Sur (589) y Japón (569), además de Rusia (567) y Finlandia (554).

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, consideró los resultados «muy esperanzadores». «Tenemos un buen punto de partida y vamos a aprovecharlo», manifestó el ministro, que aseguró que España es el país «que más ha crecido en Matemáticas en los últimos tres años». Méndez de Vigo sostuvo que, en cuatro años, España podría alcanzar la media de la OCDE, y para ello ve necesario un gran Pacto por la Educación.