Philip Wilson, un arzobispo australiano, ha sido sentenciado este martes a 12 meses de arresto domiciliario por encubrir abusos sexuales a menores por parte de un sacerdote, convirtiéndose en el católico de mayor rango en el mundo en ser sentenciado por tal acusación.

El magistrado Robert Stone ha dictaminado que Wilson, de 67 años, podría optar a la libertad condicional después de seis meses, según ha informado la cadena australiana ABC.

En su sentencia, Stone ha afirmado que Wilson, el arzobispo de Adelaida, no ha mostrado "remordimiento o arrepentimiento".

Wilson fue declarado culpable en mayo por encubrir un delito gravemente imputable del sacerdote James Fletcher después de que fuera informado en 1976 cuando era asistente de un párroco en el estado de Nueva Gales.

Investigación de cinco años

El año pasado, Australia cerró una investigación de cinco años designada por el Gobierno sobre el abuso sexual infantil en iglesias y otras instituciones, en medio de acusaciones en todo el mundo de que las iglesias habían protegido a los sacerdotes pederastas moviéndolos de parroquia en parroquia.

La investigación determinó que el 7% de los sacerdotes católicos que trabajaban en Australia entre 1950 y 2010 habían sido acusados de delitos sexuales contra niños y que casi 1.100 personas había presentado demandas de agresión sexual infantil contra la Iglesia anglicana durante 35 años.