Un cartero de Coma-ruga (El Vendrell, Baix Penedès) que no repartió más de 500 cartas ha aceptado un año de cárcel en un acuerdo de conformidad al que se ha llegado en la Audiencia Provincial de Tarragona.

El acuerdo consiste en la aceptación de un año de cárcel -del que se ha pedido y concedido ya la suspensión de la ejecución de la sentencia-, una multa de 1.200 euros y cuatro años de inhabilitación por infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos.

La conformidad también incluye que el excartero Alfonso Díaz Arnal, ahora un jubilado de 67 años, no vaya a la cárcel con la condición de que no vuelva a delinquir en un periodo de dos años, mientras se le imponen las costas.

138 MISIVAS ABIERTAS

El excartero trabajaba en la oficina de Correos de Coma-ruga, pero el 16 de julio del 2009 lo desahuciaron de su casa y la comitiva judicial descubrió en su vivienda 541 cartas por repartir, de las que 138 estaban abiertas.

La correspondencia abierta contenía facturas, extractos bancarios y currículums y también había avisos de certificados que el propio cartero había rellenado.

Correos despidió al cartero y el condenado respondió con una demanda contra la empresa, con el argumento de que ni sabía que había sacas de correspondencia en su casa ni tampoco cómo habían llegado allí.

Sin embargo, en un recurso posterior de esta misma demanda alegó que la correspondencia que no había podido entregar la guardaba en su casa porque la oficina ya estaba cerrada, estaba muy cerca de su casa y devolvía las cartas al día siguiente.