Un diagnóstico de cáncer es perturbador a cualquier edad, pero especialmente cuando el paciente es un niño. Esta enfermedad es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes. Cada año se diagnostican en España 1.400 nuevos casos de cáncer infantil según la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer y aunque la tasa de supervivencia es del 80%, aún hay mucho que hacer.

De estos casos, unos 1.050 corresponden a menores de 14 años y otros 400 a adolescentes. «Eso nos concierne mucho», aseguró ayer la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, quien explica que las leucemias, los linfomas y los tumores del sistema nervioso central son los más frecuentes a esas edades.

A diferencia del cáncer en adultos, la inmensa mayoría de los cánceres en los niños no tiene una causa conocida, y a pesar de que muchos estudios han tratado de identificar el origen, son muy pocos los causados por factores ambientales o relacionados con el modo de vida en los niños. Por ello, el tratamiento de esta enfermedad difiere cuando se da en adultos o en niños. En los niños, además, resulta de especial importancia el acompañamiento y la adaptación de los espacios para convertirlos en zonas más amables.