La Coalición Europea para detener la Experimentación con Animales (ECEAE, por sus siglas en inglés) denuncia que cada año mueren 90.000 ratones usados en experimentos con bótox. A modo de protesta, la organización ha comenzado este martes en Barcelona una campaña de recogida de firmas contra el uso abusivo de estos animales en ensayos y para presionar a las empresas farmacéuticas (como Ipsen o la japonesa Eisai) para que abandonen estas prácticas.

La ECEAE también ha impulsado esta iniciativa en otras ciudades de Europa para concienciar sobre estos “continuados y crueles experimentos” con la toxina botulínica, comúnmente conocida como bótox, en roedores.

Según afirman en un comunicado, los lotes de bótox son testados en ratones en un experimento llamado DL50 (dosis letal 50) que provoca "un terrible sufrimiento" a los animales al paralizarles los músculos y asfixiarlos lentamente, "aunque sin perder la conciencia ni la sensibilidad".

PERMISIVIDAD ANTE LA PRÁCTICA

A pesar de que desde marzo del 2013 la Unión Europea prohíbe la fabricación e importación de productos cosméticos que se experimenten en animales, el bótox no está incluido en la lista al tratarse de un producto que se inyecta en vez de aplicarse en la piel, una laguna que permite la utilización de cientos de miles de roedores para estos experimentos.

Una activista de la ECEAE de Barcelona, Neus Aragonés, afirma que a las empresas "les es más fácil" experimentar con animales y “cerrar los ojos a otras opciones viables” que les evitarían un sufrimiento innecesario.

PROMOVER VÍAS ALTERNATIVAS

La ECEAE pone como ejemplo los laboratorios Allergan y Merz, que utilizan métodos alternativos basados en células humanas, algo que se consiguió gracias a la presión que ejercían "las continuas protestas de las asociaciones y del público en general".

De este modo, el objetivo de esta campaña es lograr que otras empresas se sumaran al cambio y abandonen la experimentación con animales.