Un móvil por sí solo no distingue quién lo usa, los programas que gestiona, sí. Investigadores de la Universidad de Berkeley, en California, han descubierto que apps dirigidas a público infantil, cada vez usuarios más intensivos de tabletas y teléfonos, extraen datos personales de los menores, incluso sin que sus padres acepten darlos en ningún momento.

Los programas captan identificadores del móvil, de la red y geolocalización, pero también llegan a conseguir números de teléfono, correos electrónicos y nombres. Se trataría de una doble ilegalidad: por hacerlo sin permiso y porque no se pueden tratar datos de menores. Algunas de estas investigaciones ya han llevado a compañías como Disney a los tribunales en Estados Unidos.

IDENTIFICACIONES // Según explicó ayer Serge Egelman, director del laboratorio de privacidad de la Universidad de Berkeley, el 65% de las aplicaciones calificadas como «familiares» en la tienda virtual de Google y que se dirigen a usuarios mayores de 3 años, identifican a sus usuarios. Un 56% de ellas lo hacen a través de identificadores únicos basados en software, como el usuario de Android (Android ID), el de la red wifi o el de identificador del móvil en la red telefónica (el conocido como IMEI), y tres cuartas partes de ellas asocian estos datos al número único que utiliza Google para identificar los dispositivos que usan su sistema operativo (GSF ID). Otro 8% de las apps, además, captan correos, nombres, números de teléfono o localización.

Datos como la localización son muy preciados para las redes de anuncios, que la utilizan para segmentar las audiencias según criterios de perfiles socioeconómicos. El proyecto que dirige Egelman investiga cómo estos datos se cruzan con otros de modo que el usuario ni siquiera ha de dar su consentimiento para que puedan saber datos como dónde vive o qué rutas hace.

En este sentido, la universidad de Berkeley ha desarrollado un buscador, AppCensus, que analiza qué permisos utiliza cada aplicación según el tráfico que genera.

Con la herramienta se pueden consultar casos de aplicaciones que identifican usuarios y transmiten localización en juegos tan populares y aparentemente tan poco sospechosos de necesitarla como el juego de puzles Cut the rope, el de conducción para niños Fun Kid Racing o el simpático lagarto de ¿Dónde está mi agua?.

La polémica ya ha llegado a la justicia, puesto que un bufete de abogados acaba de interponer una denuncia contra Disney por el uso que hace de datos infantiles en 42 apps, la mayoría vinculadas a personajes de sus películas. La compañía cinematográfica ha anunciado que defenderá su inocencia en los tribunales.