La Fiscalía de Madrid ha archivado una denuncia presentada por la Asociación el Defensor del Paciente en la que se solicitó que se investigara el fallecimiento de una persona en el Hospital Gómez Ulla ante las dudas de sus familiares de que muriera por covid-19 al considerar "correcto" el protocolo, han informado fuentes fiscales.

La hija de la víctima mantenía que la causa de la muerte no fue por el coronavirus, dado que en el certificado de defunción constaba que la causa de la muerte era covid-19 si bien se desconocían "los resultados de la placa y medicación que tomaba", denunciando la falta de información por parte de los médicos.

El escrito del fiscal sostiene que no se puede hablar de falta de información porque en marzo de 2020 en muchos hospitales estaban en situación de "excepcionalidad" que hacían que ese tipo de conductas fueran "excusables".

LLAMADA AL TELÉFONO DEL CORONAVIRUS

La hija del fallecido afirmó que su padre se encontraba mal y resfriado por lo que llamó al teléfono habilitado para coronavirus. La persona que les atendió les indicó que fueran al centro de salud para pedir cita con su médico. Así lo hicieron el 23 de marzo y le dijeron que le llamarían a su casa.

Ese mismo día, por la tarde, le llamó el médico, le recetó paracetamol. Al día siguiente le llamó la doctora y le comentó que su padre debía bajar a consulta. Allí le midieron la saturación de oxígeno en sangre y como la tenía baja, les indicó que fueran al Hospital Gómez Ulla para hacerle una placa.

Una vez en Urgencias, le hicieron una placa y, como tardaban en darle los resultados, mandaron a su madre a casa mientras que el hombre quedó ingresado. Les dijeron que estaba con mascarilla de oxígeno y que había comido bien. Incluso que le habían hecho una placa y que estaban esperando los resultados.

El día 27 la mujer del fallecido habló con él por la noche y le contó que estaba muy bien que tenía nuevo compañero de habitación y que en nada saldría del hospital. Sin embargo, el día 28 llamaron del hospital para comunicar que había fallecido.

La hija denunció la falta de información por parte de los médicos, ya que en el certificado de defunción ponía covid-19 y, al no saber resultados de la placa y medicación que tomaba, no sabía si era verdad o no.

SIN REPROCHE PENAL

El pasado 15 de junio el hospital Gómez Ulla remitió a la Fiscalía todos los partes médicos de Urgencias y las pruebas médicas realizadas al paciente de 74 años en los que se señala que ingresó "por cuadro de infección respiratoria con sospecha de Covid, se inicia antibioterapia, con tratamiento específico con hidroxicloroquina y kaletra y con necesidad de oxigeno suplementario, que ante la falta de respuesta se va aumentando hasta llegar a FIO2 50 por ciento y colocar reservorio, con mala evolución, hasta producirse parada cardiorrespiratoria y exitus el 28/03/2020 a las 14,30".

En su resolución, la Fiscalía subraya que no ha quedado acreditado que hubiera habido una actuación médica penalmente reprochable. "De los informes médicos, parece deducirse que el protocolo de actuación médica que se siguió fue el correcto, sin incurrir en conductas descuidadas, la atención prestada fue la correcta, y la causa de fallecimiento fue el Covid 19", señala.