Las autoridades portuguesas anunciaron hoy la detención de cuatro nuevos sospechosos de provocar o avivar incendios forestales, con lo que la cifra total de arrestados en lo que va de año se eleva a 34 personas.

Uno de los detenidos en el día de hoy, en el pueblo de Freixedas, próximo a la frontera con Salamanca, es un agricultor de 54 años con antecedentes por hechos similares, informó la Policía Judicial (PJ) de Portugal.

El fuego que provocó con un mechero afectó al término municipal de Alverca da Beira, en la comarca de Pinhel, y puso en peligro a numerosas viviendas.

Según la PJ, otro de los arrestados en esta jornada, agricultor de 26 años de edad, aseguró durante el interrogatorio que provocó el incendio con un mechero, en el término de Mealhada, porque le gustaba ver cómo volaban los medios aéreos para sofocar las llamas.

El tercer detenido es un pastor soltero, de 43 años y residente en Mangualde, que provocó un fuego el pasado 13 de agosto que destruyó una vivienda y puso a numerosas casas en peligro.

Este pastor ha sido enviado de forma preventiva a un centro penitenciario de Portugal.

Al cuarto arrestado se le acusa de haber provocado una cadena de incendios en las afueras de la ciudad de Guarda, a 30 kilómetros de la frontera con la española Salamanca, en una zona de pinares próxima al Hospital Sousa Martins.

Se trata de un hombre de 46 años de edad, vecino de Guarda, que habría causado cuatro incendios, sofocados rápidamente por los bomberos de la ciudad.

En el día de hoy, se han registrado dos incendios de consideración en Portugal, uno en el pueblo de Abrantes (distrito de Santarem), que ya está controlado, y otro en Viseu, en la comarca de Resende, que permanece activo, según informa la Autoridad Nacional de Protección Civil.

Las autoridades han identificado un claro perfil entre los incendiarios: adulto de entre 20 y 40 años, desempleado, con nivel bajo de escolaridad, sin relaciones afectivas y con problemas de alcoholismo.

Los expertos han calculado que cerca del 99 % de los incendios en el país se deben a causas humanas, ya sea por descuidos, patologías o motivos delictivos.

Portugal se vio afectado la semana pasada por una oleada de incendios que castigó especialmente al norte y centro del país y al archipiélago de Madeira (a unos 1.000 kilómetros de Lisboa), donde tres personas fallecieron a causa de las llamas.

Según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, hasta el pasado viernes se habían calcinado en Portugal cerca de 102.000 hectáreas de masa forestal, la mitad del área total quemada en toda la Unión Europea.

Portugal fue uno de los países europeos más castigados por las llamas en los últimos años y vivió varios veranos especialmente graves, como los de 2003, 2005, 2010 y 2013.