Mireia Planas no pierde la sonrisa. Tiene 34 años. Le falta un brazo. Se lo amputaron a raíz del aparatoso accidente de tráfico que sufrió el 18 de agosto del 2014 cuando se trasladaba en su moto desde Vilanova i la Geltrú a Barcelona. Una compañía de seguros se ha comprometido a pagarle las prótesis que necesite durante toda su vida, reconociéndole este “derecho vitalicio”, según el acuerdo al que ha llegado con ella. Es la primera vez que se consigue algo así sin ir a juicio, según fuentes jurídicas. Además, la mujer ha percibido una indemnización.

Mireia trabajaba en un banco cuando ese 18 de agosto sufrió el accidente. Un coche conducido por un borracho, que no había domido, embistió su moto. La mujer quedó atrapada entre ese vehículo y otro que iba detrás suyo. “Como un bocadillo”, recuerda. Tres factores le salvaron la vida: no es fumadora, ni bebedora, había disponible un helicóptero para trasladarla y en el Hospital de Bellvitge le estaba esperando. Allí la operaron. Estaba destrozada por dentro y por fuera. El brazo izquierdo le quedó colgando.

Durante los primeros tres días, se temió por su vida. Las lesiones internas eran importantes. El brazo se lo tuvieron que amputar. “Lo que importaba era lo de dentro”, afirma Mireia, que permaneció 13 días en coma inducido. “Cuando me desperté, nadie me dijo que me habían amputado un brazo. Cuando la enfermera me cambiaba la bata, me di cuenta. Fue un proceso muy duro y complicado. Me cambió la vida”, explica. Un juzgado penal tiene abierta una investigación por el accidente.

Adaptarse a su nueva vida

Tras salir del hospital, Mireia escribió en un blog de internet, lo que le ha ayudado a expresar su vivencia y emociones. Le ha costado, pero, poco a poco, se ha ido adaptando a su nueva vida . Ha tenido que aprender a hacer las cosas con solo un brazo. La prótesis que lleva le ha facilitado la adaptación a su quehacer diario. Su coste es de unos 20.000 euros, pero depende de la calidad y las funciones que tenga. ”Mi vida se ha normalizado, pero todavía me miro al espejo y me cuesta reconocerme”, insiste. Lamenta haber dejado de bailar, una de sus aficiones.

Mireia, a través de la abogada Mar Castillo García, del despacho de Daniel Vosseler, empezó a negociar con la compañía de seguros del vehículo que le embistió y ha logrado que se le pague las prótesis futuras que necesite. Hasta ahora, los accidentados solo habían conseguido esto llevando el caso a juicio. El mismo bufete de abogados, que también representa a la Asociación Nacional de Amputados de España (ANDADE), ganó un pleito a una compañía para que esta firma pagara 900.000 euros a un motorista al que se le amputó una pierna. “La diferencia es que antes las aseguradoras pagaban una cantidad de golpe por las prótesis futuras y ahora es un derecho vitalicio y se hará cargo de su coste durante la vida del accidentado”, explica Vosseler. El abogado calcula que las aseguradoras destinan unos 300 millones de euros al año por las amputaciones producidas a causa de accidentes de tráfico.