Los vecinos no dan crédito. «Aquí no pasan estas cosas, es una zona muy tranquila», asegura una vecina de la calle Urgell de Barcelona, en pleno corazón del Eixample, dónde ayer murió un hombre tras haber recibido siete balazos. Según confirman fuentes policiales, los Mossos encontraron el cuerpo de la víctima con visibles signos de violencia tras haber sido alertados por un vecino. La policía autonómica ha abierto una investigación y los primeros indicios apuntan a que se trataría de una posible ejecución por un caso de tráfico de drogas. R.D.