Los test de detección del covid-19 no se consideran medicamentos sino material sanitario de análisis, por tanto son una división específica de la industria farmacéutica llamada tecnología sanitaria.

Hay dos tipos básicos de pruebas:

Los PCR (siglas en inglés de reacción en cadena de la polimerasa) son las pruebas más fiables porque buscan material biológico del virus (su ARN) y lo replican. Por tanto, son casi infalibles si se hace bien, explica Carlos Sisternas, de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).

Los fallos del test PCR pueden venir de problemas de extracción de la muestra o de que la infección vírica sea extremadamente reciente, aunque esta prueba es fiable precisamente porque es capaz de detectar la infección en estadios iniciales. Su tecnología se utiliza desde hace años para detectar infecciones como las del sida, la sífilis, o el Epstein-Barr, y se ha adaptado para este coronavirus SARS Cov-2.

Los test serológicos, llamados también test rápidos, buscan las reacciones en la sangre de que el organismo humano ha estado expuesto al virus y se ha defendido de él. Se dicen que son menos fiables que el PCR porque, al necesitar una respuesta del sistema inmunitario para ser totalmente fiables son necesarios al menos siete días desde que la persona se infecta hasta que su organismo responde. Si se realiza en un plazo más corto desde la posible infección, la prueba podría dar un falso negativo.

Niveles de detección del PCR

Los PCR permiten, además, saber en qué fase de la infección se está, porque analizan los niveles de inmunoglobina, es decir, el nivel de anticuerpos que está generando el organismo. Cuando aparece la inmunoglobina M (IGM) se está en estadio temprano (porque son los primeros anticuerpos que fabrica el organismo), cuando aparecen la M y la G (las secundarias y más abundantes) ya se está en un periodo de respuesta máxima o, cuando solo queda la G (IGG), la infección está remitiendo.

Es decir, aporta una gran cantidad de información no solo sobre la carga viral del sujeto, sino sobre en qué estadio de la enfermedad se encuentra y cuánto hace que se ha podido infectar.

Un PCR, además, reacciona con poca cantidad del coronavirus, apenas con 20 copias del mismo en un centímetro cúbico, y reconoce que es SARS Cov-2 y no otro coronavirus con un alto grado de especificidad (por encima del 80%, señala Sisternas). Sin embargo, requiere entre dos y tres horas para tener los resultados.

Requisitos para los PCR

Por tanto, y ante la escasez de unidades disponibles, se han establecido una serie de requisitos para que una persona sea sometida a la prueba:

Test serológico rápido

El test de antígenos o test serológico busca directamente las defensas que ha generado el organismo ante la infección, no el material genético del virus, aunque sí puede buscar las proteínas (la capa externa que puede haber ido dejando a su paso). Por tanto, necesita que la infección ya haya pasado un tiempo en el cuerpo para que este se defienda y reaccione mostrando los anticuerpos (las inmunoglobinas). Por los factores de tiempo y cantidad de anticuerpos que ha de detectar, se consideran menos fiables, ya que el resultado es Sí o NO, no con grados como ocurre en el test de laboratorio.

Actualmente se trabaja en otro tipo de prueba, que sería la detección de anticuerpos en laboratorios, lo que permitiría detectar niveles de concentración. Pero estos test, según Sisternas, todavía no han llegado masivamente a España.

Disponibilidad de las pruebas

La poca disponibilidad de las pruebas de diagnóstico es ahora mismo debida a un problema de suministro debido a una fuerte demanda y a la falta de componentes de las pruebas en el mercado, incluidas las muestras fiables de coronavirus.

Tanto los PCR como los test rápidos son productos ensamblados que se distribuyen en un único paquete pero que tienen varios componentes. En el caso de los test rápidos, hay tubos de plástico, bastoncillos, torundas (bolas de algodón envueltas en gasa que se usan para tomar las muestras mucosas), los tapones de los tubos, el tampón de extraccion y los chips de diagnóstico (inmunocromatografías).

Cómo funcionan los test rápidos

Los test rápidos requieren además atemperar primero el material y someterlo a un proceso de manipulado previo para el análisis:

Si el reactivo muestra una sola barra de color (en la parte próxima a la muestra) el resultado es negativo, si muestra las dos barras de color, es positivo, y si solo se vislumbra la barra más alejada de la muestra, el test puede ser defectuoso.

Fabricación y precios de los test

Los componentes de las pruebas no se fabrican todas en el mismo lugar, sino que algunas por su bajo coste pueden proceder de otros países. Un test rápido de covid-19 tiene un precio mayorista de sobre 8 euros, y un PCR se va a los 60, gastos de personal, laboratorio y demás, aparte.

Otros tipos de detección del covid-19

Al margen de las farmacológicas, otras empresas están buscando formas de detectar el covid-19 de forma menos invasiva, sobre todo gracias a las apps basadas en biometría.

Una empresa vasca, Biometric Vox, está trabajando también en un diagnóstico de síntomas del covid-19 a través de la voz, gracias a patrones de reconocimiento de la disnea a través de inteligencia artificial. El proyecto, que aún está en desarrollo, permite detectar cambios en los parámetros morfológicos y fonéticos de la voz para detectar casos de contagios a distancia y en tiempo real. Pero necesitan muchas muestras aún.

También un equipo científico del MIT, dirigido por Brian Subirana, realiza en Barcelona pruebas para recopilar datos y entrenar un algoritmo de inteligencia artificial que detecte si la tos de una persona es atribuible al covid-19. El proyecto está recopilando grabaciones de toses pidiendo a voluntarios que participen de forma anónima a través de la web opensigma.mit.edu.