Los conductores siempre tienen que tener máxima atención al volante y respetar las señales de circulación. Sin embargo, es curioso que estas mismas señales en ocasiones sirven para ocultar radares móviles, como se aprecia en el vídeo que acompaña a la información.

Al contrario que los radares fijos, los móviles no tienen por qué estar señalizados salvo que en la vía se incluyan paneles informativos y suelen estar ocultos para sorprender a los infractores como vemos en el vídeo que acompaña a esta información.

Los radares móviles pueden ser de varias formas y estar camuflados con una efectividad tan alta que es muy difícil verlos. Además, normalmente no hay señalización que advierta de su presencia y no hay manera de saber qué días estarán y qué días no. Por otro lado, saber reconocerlos es un punto clave a la hora de evitar multas indeseadas.

Estos son los distintos tipos de radar móvil que podemos encontrar en la carretera:

Coches camuflados

Los coches camuflados son coches sin ningún símbolo identificativo de la policía, por lo que parecen coches corrientes. Sin embargo, estos vehículos están equipados con un sistema radar. Su manera de ‘pillar’ al infractor suele ser estacionando en un arcén, ya sea en medio de la carretera o en las salidas de los túneles y otros sitios de difícil visibilidad. Otra táctica que pueden usar es la de circular al límite de la velocidad permitida y registrar a los vehículos que les adelanten.

Reconocerlos es difícil, por lo que un conductor siempre debe sospechar de cualquier coche estacionado en el arcén. La Guardia Civil, por ejemplo, dispone de varios modelos equipados con radar. Algunos ejemplos son el Nissan Qashqai, el Citroën C5 o el Ford Mondeo. En las carreteras catalanas, uno de los modelos más usados es el Seat Altea. Sus colores suelen ser tonos grises, plateados, blancos o azules oscuros.

Coche de la policía

Los coches patrulla son muy fáciles de identificar pero es muy difícil saber si llevan un radar. Estos modelos cuentan con todos los distintivos de la policía o de la DGT pero, al contrario que la mayoría de coches de policía, están equipados con un sistema de radar. Los más modernos equipan ya el radar y el flash en el frontal del coche para que sean indetectables y un segundo radar delante de la sirena.

La mejor manera de evitar la multa de un coche patrulla es que un conductor siempre respete la velocidad en presencia de un coche policial. La mayoría de modelos utilizados por la policía para este cometido suelen ser grandes, como el Citroën C4 Picasso o el Citroën C8.

Helicóptero Pegasus

Los helicópteros con radar utilizan tecnología desarrollada inicialmente para uso militar. Para ‘cazar’ al infractor utilizan dos cámaras, una panorámica con el que siguen a los coches y otra con la que hacen la fotografía de la matrícula.

Desde el aire, a alturas variables, el helicóptero puede medir la velocidad de los coches hasta los 360 km/h. Sin embargo, la cámara del radar debe seguir al coche infractor durante unos 10 segundos para poder calcular su velocidad media. Entonces, en caso de que vaya más rápido, se le fotografiará. Este radar suele operar en carreteras rectas y nunca sale de noche o en días con mal tiempo.

Trípode

El famoso radar de trípode, con una mecánica tan sencilla como un radar fijo pero siendo móvil. En este caso, el radar está instalado sobre un trípode y gracias a su poco peso y espacio, son mut fáciles de esconder y, por lo tanto, se ve poco.

Aunque se pueden encontrar en muchos sitios, estos radares son típicos de las ciudades, ocultos detrás de puentes, delante coches estacionados en el arcén o setos. Para evitarlos hay que extremar las precauciones y sospechar de cualquier objeto extraño a algún lado de la carretera. Igual que con los coches camuflados, sospechar de cualquier coche en el arcén puede hacer que más de uno se ahorre una multa.

Pistolas láser

El último sistema es el más complicado de ver. Se trata de una pistola que puede sostener un agente o estar colocada en un trípode y que mide la velocidad de todos los coches que pasan a su alcance.

Distinguir este tipo de radar es muy complicado. Son tan pequeños y tan fáciles de utilizar que a simple vista puede resultar muy difícil de ver. Para evitar ser multado, la mejor forma es siempre circular a la velocidad indicada en presencia de agentes o coches policiales.