Andalucía, que exportó el agropop como estilo musical en el siglo pasado, ahora parece inclinarse más por el atraco rural. También esperpéntico, como lo comprobaron la madrugada del pasado lunes los vecinos de Marinaleda, un pequeño pueblo sevillano gobernado por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) del histórico líder jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo. Ataviados con pasamontañas y sombreros de paja en plena noche, los asaltantes se llevaron un cajero automáticotras arrancarlo con un tractor robado. La falta de pericia al volante hizo que se les cayera el botín en la carretera por la que huían, dejando la caja fuerte tirada en plena calle no sin antes haber intentado cargarla a peso en una furgoneta con la que finalmente escaparon.

Los hechos se produjeron en torno a las 3.30 horas de la noche del domingo al lunes en una sucursal de Caja Rural del Sur situada en la Avenida de la Libertad, en pleno centro del municipio. Un fuerte estruendo despertó a los vecinos, que atónitos comprobaron desde sus ventanas lo que un grupo de unas cinco personas trataban de conseguir. Pese a las cámaras de seguridad del banco, los atracadores destrozaron la pequeña oficina con un tractor robado pocas horas antes en una nave del pueblo emprendiéndola a golpes contra la puerta, hasta que lograron entrar y hacerse con el cajero automático. Intacto, eso sí.

REACCIÓN VECINAL

La maniobra de destrozar el acceso a la sucursal y cargar el cajero en el tractor atándolo les llevó al menos 15 minutos, según los testimonios de los vecinos, alguno de los cuales llegó a encararse con los asaltantes avisando de que habían alertado ya a la Guardia Civil. Unos gritos a los que los atracadores respondían amenazándoles de muerte. Finalmente, los asaltantes se montaron en el tractor y se dieron a la fuga por la carretera que une Marinaleda con el cercano municipio de El Rubio.

Sin embargo, en el plan no contaban con que en plena feria, el trayecto estaba repleto de gente, que les vio circular con el tractor. El vehículo avanzaba con dificultad a causa del peso, por lo que en un momento dado el cajero se acabó soltando y cayendo. Según quienes pasaban en esos momentos de vuelta a sus casas, los ladronesintentaron abrirlo e incluso subirlo a una furgoneta, en la que finalmente huyeron sin su preciado botín y dejando el tractor en mitad de la carretera. De momento, no se han producido detenciones.

SEGURIDAD

La impericia de los atracadores fue posible además gracias a que Marinaleda no cuenta con servicio de Policía Local ni Guardia Civil, y depende de los puestos del Instituto Armado en municipios cercanos, que con las fiestas locales de El Rubio tardaron en unos minutos en llegar, de manera que los asaltantes tuvieron margen suficiente para huir.

Los pueblos de menos de 5.000 habitantes no tienen obligación de disponer de policía, aunque la mayoría la tienen. Sin embargo,Sánchez Gordillo se ha vanagloriado en numerosas ocasiones de que Marinaleda ha hecho de la utopía un modo de gestión, y que en el pueblo donde no hay desempleados no se hace necesario que los agentes patrullen las calles.