Mucho se ha reflexionado en los últimos años sobre el envejecimiento gradual de la población y cómo este fenómeno trae consigo nuevos retos para la sociedad en su conjunto y para la sanidad en particular. Se han aprobado estrategias sanitarias y planes de abordaje, celebrado multitud de congresos y simposios y el Comité de Bioética, el organismo asesor del Ministerio de Sanidad, va a estudiar en los próximos meses si el Sistema Nacional de Salud se ha adaptado al gran reto: la cronicidad, en referencia a la tendencia creciente de la ciudadanía a padecer enfermedades de larga duración. La conclusión, según las fuentes consultadas, es que la estructura sanitaria ya ha dado pasos, pero le queda un largo camino por recorrer para dar una respuesta a las necesidades de los nuevos pacientes.

El aumento de la esperanza de vida y el avance clínico, unidos en ocasiones a incorrectos hábitos de vida, han provocado que enfermedades como la diabetes, la insuficiencia cardiaca o el cáncer se hayan convertido en patologías crónicas que requieren una continuidad en los cuidados y un enfoque médico multidisciplinario, puesto que la mayoría de los enfermos no sufren una única patología, sino varias a la vez.

Y, sin embargo, la actual estructura sanitaria está más enfocada a los procesos agudos, con una extensa red hospitalaria que se centra más en la curación que en la prevención y una oferta muy especializada, cuando la mayoría de pacientes precisan justamente lo contrario: una respuesta anticipada, polivalente y continuada.

Por ello, algunos especialistas consideran que el sistema está «en las antípodas de las necesidades de los pacientes crónicos complejos», según avisa Ricardo Gómez Huelgas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Y lo que es peor, «no está adaptado ni tiene visos de que se vaya a adaptar a lo que viene», lamenta el presidente de la sociedad de médicos de familia SemFYC, Salvador Tranche. Y es que las predicciones apuntan a que en pocos años se multiplicará por tres el número de personas mayores en comparación con los jóvenes.

GASTO // En la actualidad, el 59% de la población mayor de 15 años ya padece un problema crónico de salud, si bien la mayoría de carácter leve, según la Encuesta Europea de Salud. Por ello, las consultas motivadas por obesidad, enfermedades cardiovasculares o respiratorias, entre otras patologías de progresión lenta, copan el 80% de los servicios de atención primaria y suponen el 60% de los ingresos hospitalarios. Solo el gasto en atender la diabetes, la enfermedad isquémica del corazón y la osteoporosis, tres de las principales dolencias, supone 26.489 millones de euros al año, lo que representa el 3,15% del PIB.

Además, el 75% de los pacientes atendidos en medicina interna presentan pluripatología, con una media de seis dolencias crónicas.