El pequeño comercio y los establecimientos de jardinería y bricolaje reabrieron ayer sus puertas en Austria, en un primer paso hacia una «nueva normalidad» que permita la reactivación económica. No obstante, el canciller, Sebastian Kurz, avisó de que la relajación de las restricciones dependerá de los resultados que arrojen las próximas semanas los datos de nuevos contagios. De momento, se mantiene el uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos.