Bajo el lema Ni un día más sin examen, varios representantes de las autoescuelas se concentraron ayer al mediodía frente al Ministerio del Interior para exigir el fin de la huelga de examinadores, que se alarga ya seis meses, y que impide examinarse del carné de conducir a 250.000 personas.

Los asistentes alertaron de que este reiterado paro hace «insostenible» la situación del sector y pone en peligro la situación laboral de 30.000 personas «que pueden ir a la ruina» si en los próximos meses no se desbloquea.

Para ello, la plataforma Ni un día más sin examen exigió ante el Ministerio del Interior una reunión urgente entre examinadores y la Dirección General de Tráfico (DGT) y que se incluya, como observadores del proceso de negociación, a la plataforma de autoescuelas para «evitar y diluir la sombra de sospecha de la privatización del servicio». «Exigimos a la Administración una solución y a la clase política una implicación en la resolución del problema», reclamó el coordinador de la asociación, Antonio Pérez, durante la lectura de un manifiesto en el que pidieron «un cambio de interlocutores» para «desenquistar» las negociaciones.

«Estamos entrando ya en el sexto mes de huelga y los examinadores han anunciado nuevos paros para noviembre y diciembre. Esto se alarga demasiado y pone en peligro nuestro medio de vida», alertó el portavoz.

PÉRDIDAS de 40 millones // En estos meses, entre 300 y 400 autoescuelas han echado el cierre y muchos que ya han pagado las tasas no se han podido examinar, entre ellos opositores que necesitan el carné de conducir para obtener un puesto de trabajo. En ese sentido, las empresas afectadas cifran en 40 millones de euros las pérdidas económicas en toda España causadas por este paro y en 250.000 las personas que no han podido examinarse desde que comenzó la huelga, debido al «servicio mínimo» que ofrecen los examinadores al realizar las pruebas «solamente» una vez al mes.

El pasado 4 de septiembre, los examinadores de Tráfico retomaron su huelga convocada cada lunes, martes y miércoles para exigir a la DGT mejores condiciones laborales, un aumento de plantilla y una subida del complemento salarial acorde con las características del puesto: elevada complejidad técnica, peligrosidad, penosidad y responsabilidad dentro de la seguridad vial. Ante la falta de respuesta, el colectivo amplió el periodo de huelga hasta noviembre y diciembre.