Pablo Escobar introdujo cuatro hipopótamos africanos en su hacienda de Colombia, entre otras muchas especies animales, para su zoo privado que, tras su muerte en 1993, quedó desatendido. Las autoridades trasladaron a la mayoría de los ejemplares a otros zoológicos del mundo, pero los hipopótamos escaparon y ahora se cree que se han reproducido en la selva colombiana y se cree que puede haber más de 40.

Las autoridades colombianas se han visto obligadas a esterilizar a los hipopótamos, después de que varios ejemplares hayan aparecido en las ciudades y hayan generado problemas a algunos civiles. Más de 30 años después del asesinato a manos de la policía de uno de los narcotraficantes más notorios del panorama internacional, los animales que trajo para su disfrute privado han ido reproduciéndose hasta descontrolar la situación.

SIN COMPETENCIA

Con abundancia de alimentos y sin depredadores, los hipopótamos se han adueñado del paisaje colombiano y del miedo de los ciudadanos. Los hipopótamos, a pesar de su apariencia tranquila y reposada, causan en África más muertes al año que los leones, elefantes, búfalos y rinocerontes juntos. Los ciudadanos de Antioquia, en la Colombia rural, reportaron por primera vez avistamientos de hipopótamos en el 2007, pero ahora y cada vez más se han convertido en algo habitual.

Los ecologistas se han quejado también a las autoridades, preocupados porque esta especie invasora moleste o desplace a las especies autóctonas de la fauna colombiana.