Un nuevo sistema de control acústico distribuido permite evitar que se oiga el ruido del motor de los aviones y hacer una siesta en paz sin necesidad, en ambos ejemplos, de usar auriculares, pues logra controlar ruidos de baja frecuencia del entorno y crear zonas de confort acústico independientes.

Estas serían solo dos de las aplicaciones del nuevo prototipo que ha sido desarrollado por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y la Universidad de Lovaina (Bélgica), en el proyecto europeo D-Noise, según ha explicado el investigador del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la UPV Alberto González.

«Nuestro objetivo era proporcionar confort auditivo a los pasajeros de un avión, tren o automóvil, así como a cualquier usuario en el entorno doméstico», apunta el investigador. El nuevo sistema «permite ecualizar ruidos de baja frecuencia que resultan especialmente molestos en estos casos y sin necesidad de utilizar auriculares», por lo que el usuario puede aislarse y disfrutar de unas condiciones acústicas óptimas en su entorno.

Desde los laboratorios del iTEAM, los investigadores han hecho las primeras pruebas con un prototipo compuesto por dos asientos de coche y por dos nodos acústicos, cada uno formado por dos micrófonos situados cerca de los oídos del usuario y dos altavoces.