Las bacterias resistentes a los antibióticos se entrenan y se hacen fuertes en los hospitales. La explicación es sencilla. Imaginemos que los centros sanitarios son campos de fútbol y que cada uno de los pacientes pone sobre el césped a sus mejores jugadores. En condiciones normales, se trataría de partidos amistosos. Pero, en cuanto el encuentro se disputa en centros hospitalarios, ya estaríamos hablando de grandes ligas en las que se juegan muchos partidos y donde compiten los mejores (y más resistentes) futbolistas. Y, tras toda una temporada, los que sobreviven se coronan como invencibles. Al romper esta curiosa analogía, la situación adquiere tintes mucho más serios. Cada vez son más las bacterias inmunes al efecto de antibióticos.

Uno de los estudios más grandes realizados hasta la fecha alerta de que las cepas de Klebsiella pneumoniae, un patógeno oportunista que puede causar infecciones respiratorias y del torrente sanguíneo en humanos, se está expandiendo a través de los hospitales europeos.

pacientes // La investigación, publicada recientemente en la revista Nature microbiology, ha secuenciado el genoma de más de 1.700 cepas de esta bacteria aisladas a partir de pacientes de 244 hospitales de 32 países de la Unión Europea. El análisis demuestra que en más de la mitad de los casos los hospitales habían contribuido directamente a la mutación que había convertido a estas bacterias en resistentes a los antibióticos. Según algunas estimaciones, en Europa, durante el año 2007, un total de 341 personas murieron por bacterias resistentes a los antibióticos; mientras que en el año 2015 esta cifra se habría multiplicado por seis hasta alcanzar los 2.094 fallecimientos.

«Todos los estudios que se han realizado sobre la cuestión demuestran que las resistencias a los antibióticos son un riesgo para la salud pública y que es necesario tomar medidas urgentes para evitar su expansión. Cuanto más sabemos sobre este fenómeno, más grave parece el problema», comenta José Ramos Vivas, investigador. «Pero no olvidemos que hay que mantener un equilibrio entre informar a la población sobre este fenómeno y no crear alarmismo. Hay que concienciar con rigor, no con miedo», matiza Jordi Barbé García, catedrático de microbiología.

hallazgos // La investigación, liderada por un equipo internacional de científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y la de Friburgo (Alemania), también ha desentrañado las diferentes familias de Klebsiella pneumoniae que proliferan por los hospitales europeos y, sobre todo, los diferentes mecanismos que utilizan para forjar su resistencia en los centros sanitarios. El análisis también apunta a que existen determinados patrones en la distribución geográfica de estas cepas y que, por lo tanto, existen resistencias características de cada zona. Algunos expertos, como los responsables del recién publicado estudio, atribuyen este fenómeno al contagio entre los propios pacientes.

A priori, la proliferación de microorganismos resistentes a los antibióticos en hospitales no tendría por qué suponer un riesgo para la gran mayoría de personas que circulan por los centros sanitarios. La preocupación por las bacterias resistentes empezaría a cobrar fuerza cuando estas entrarían en contacto con pacientes con el sistema inmunitario debilitado. Es el caso, por ejemplo, de personas que acaban de pasar por quirófano.