Los bancos están preparando una moratoria hipotecaria más amplia que la aprobada por el Gobierno hace unas semanas para colectivos vulnerables, según confirman distintas fuentes del sector financiero a este diario. El objetivo de la medida es beneficiar a personas que no cumplen los requisitos fijados por el Ejecutivo central, pero que también atraviesan dificultades económicas como consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus.

Las entidades ultiman los detalles. La idea que se está imponiendo es facilitar un periodo de carencia en el pago del capital pero no de los intereses, porque ello implicaría complicaciones contables. Aplicar la moratoria solo al principal, en cambio, supone en la práctica alargar el plazo del crédito y dejarlo más tiempo en el balance, lo que les resulta mucho más sencillo.

Otro de los puntos que están estudiando es intentar que la operación no sea considerada como una novación del préstamo, porque ello les resultaría más costoso y dificultaría y alargaría mucho el proceso, con trámites que sería muy complejo cumplimentar en estos momentos, como las visitas al notario.

TRES O SEIS / El plazo también está en discusión. Algunas entidades son más partidarias de que la moratoria sea de tres meses y otras se inclinan por los seis. Se trata de un punto en el que es fundamental para el sector aclarar si se podrán beneficiar o no del tratamiento más benigno aprobado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) para la consideración de las cuotas aplazadas como impagadas.

Si se consideran morosas, las entidades están obligadas a hacer provisiones para afrontar pérdidas, lo que lastra sus resultados económicos. Por ello, algunos bancos sopesan articular la moratoria mediante un crédito puente con precio bajo y largo vencimiento que más adelante se pueda consolidar con la hipoteca. Otro de los aspectos que está en debate también es si presentar la nueva moratoria como una iniciativa conjunta de la industria financiera u optar por que cada entidad la anuncie de forma individual. Entre los asociados de las dos grandes patronales del sector, la AEB (bancos tradicionales) y la CECA (antiguas cajas de ahorro), existen opiniones discrepantes. Algunas de las cinco grandes entidades, en cualquier caso, sí son partidarias de desarrollar una acción coordinada.

La medida del Gobierno beneficia a mucha gente, pero también excluye a mucha otra. Nosotros estamos afinando nuestra moratoria y la mayoría del resto de entidades también, aunque algunas van más atrasadas que otras en los preparativos. Creemos que cada una lo hará a su manera, pero serán fórmulas parecidas porque tampoco hay tantas alternativas», resumen en un banco.