El grupo dedicado al tráfico de drogas y armas establecido principalmente en el barrio de Sant Roc de Badalona (Barcelona) y contra el que los Mossos d'Esquadra desplegaron un macrooperativo el viernes, tenía un volumen de negocio de medio millón de euros mensuales, unos 15.000 euros al día, ha explicado este jueves el jefe de la División de Investigación Criminal (DIC), Antonio Rodríguez, en una rueda de prensa en la comisaría de Mossos de Badalona. Funcionaba como una "fábrica", con turnos de trabajo fijos y estrictos controles horarios.

Así lo ha desvelado en rueda de prensa el responsable de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra, Toni Rodríguez, quien ha aseverado que la banda ha quedado "totalmente desactivada" después de que detuvieran a 28 personas, entre ellas a su líder, y 11 ingresaran en prisión provisional.

Se trata de una macrooperación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Badalona que la semana pasada descabezó a una de las principales redes de narcotráfico del Barcelonés Nord, que actuaba principalmente en el barrio de Sant Roc.

La organización, formada principalmente por españoles, facturaba entre 13.000 y 15.000 euros diarios y parte de su éxito se debía a su "altísima sofisticación y profesionalidad", así como a su funcionamiento 24 horas.

Según Rodríguez, la actividad se estructuraba "como en una fábrica", con controles horarios de entrada y salida y tres turnos de trabajo de ocho horas al día, que revertían en unos 3.000 euros mensuales para los vendedores.

La banda atendía a un público "masivo y heterogéneo" que acudía a Badalona atraído por los "precios baratos" y la "cualidad elevada" de la cocaína que se vendía, que se almacenaba en un piso de Santa Coloma de Gramenet y cuya pureza podía llegar al 75 %.

SEGURIDAD ESTRICTA

La importancia del negocio hacía que el cabecilla del grupo, que ha admitido dedicarse al narcotráfico desde hace más de 40 años, mantuviera "estrictas medidas de seguridad" y "estancos" los diferentes estadios de la organización, de la que incluso mantenía dos contabilidades paralelas para asegurarse que nadie lo traicionaba.

El 'modus operandi' generalmente pasaba por una papelera ubicada en una plaza pública, que se usaba como punto de intercambio entre el almacén donde guardaban la droga y el principal punto de venta, en la calle Còrdova de Badalona. Aparte del narcotráfico, la red también se dedicaba al blanqueo de capitales a través de la compraventa de inmuebles y vehículos, aunque en este caso, según la policía, la estructura era "poco sofisticada".

ARMAS DE FUEGO

Los mossos estiman que en los últimos cinco años los narcos habrían blanqueado hasta tres millones de euros en el mercado inmobiliario con inversiones o poderes notariales para simular transacciones a testaferros.

La tercera rama del negocio era el tráfico de armas de fuego, que adquirían por precios de entre 500 y 1.500 euros sobre todo delincuentes de "inferior magnitud" para cometer ilícitos.

Durante el operativo, en el que se practicaron 33 entradas y registros en Badalona, Barcelona, Santa Coloma de Gramenet, Alella, Viladecans y Sant Celoni, además de Riells y Viabrea (Gerona), se decomisaron 59 kilos de cocaína, 1,4 millones de euros en efectivo, más de 20 armas y nueve vehículos, mientras que catorce inmuebles y dos cuentas bancarias fueron embargadas.

El amplio dispositivo desplegado por la policía catalana tenía el doble objetivo de desactivar uno de los clanes de narcos más activos de la zona y restablecer la tranquilidad en el humilde barrio de Sant Roc, donde vendedores y consumidores habían disparado la sensación de inseguridad entre los vecinos.