La pugna por la mejor decoración de Navidad enfrenta desde hace años a varias ciudades españolas, pero este 2019 la pugna está siendo implacable.

A la histórica rivalidad que mantienen Málaga y Vigo se une esta vez Madrid. Otras grandes urbes, en cambio, prefieren hacer gala de lo contrario, de la austeridad. Unas y otras reciben críticas y halagos casi por igual.

Antonio Banderas encendió el 29 de noviembre las luces navideñas de Málaga, que aspira a superar las 83.000 personas que vieron el pasado año cada día los tres pases del espectáculo de luces y música. Dicen que fue de allí de donde el alcalde de Vigo, Abel Caballero, copió un alumbrado navideño en el que el Ayuntamiento ya ha invertido 800.000 euros para distribuir 10 millones de luces led, además de una gran noria de más de 50 metros de altura.

La tercera en discordia es Madrid, con la novedad de una bola lumínica de 12 metros de diámetro, siete toneladas y 43.000 bombillas led entre Gran Vía y Alcalá.

En Palma de Mallorca el presupuesto para iluminación navideña se ha disparado en cuatro años, de 10.000 a 74.000 euros, mientras en València se racionaliza el consumo energético con un presupuesto de 121.000 euros. Barcelona ilumina 100 kilómetros de calles con 660.000 euros, 50.000 más que el año pasado.