Frank Miller; la visión crepuscular del superhéroe en 'Watchmen', según Alan Moore, y una primera incursión en el universo de Superman con 'El hombre de acero', Zack Snyder retoma al personaje del planeta Krypton y lo enfrenta con el hombre murciélago en un duelo desigual, perfilado más o menos a partir de otro cómic de Miller, 'Batman, el señor de la noche'.

Tan esquizoide como lo es el atormentado Bruce Wayne, la película tiene dos partes bien diferenciadas: una, sombría y virulenta; otra, titánica y espectacular. En este sentido, es como el águila de dos cabezas de Jean Cocteau: puede satisfacer a los amantes del puro espectáculo devastador y a los seguidores del trazo oscuro de los superhéroes, sean DC o Marvel.

Un Batman más terrenal, con sus habituales 'gadgets' y una armadura estelar. A Superman no le habían llamado tantas veces "alienígena" como en este filme. Duelo de colosos, de espacios (Gotham y Metrópolis) y de villanos (Jesse Eisenberg compone un Lex Luthor que a veces parece el Joker). Una película dual, con sus fisuras y sus contradicciones. Al fin y al cabo, Superman está en permanente conflicto con la humanidad y Batman está siempre en conflicto consigo mismo.