Les Corts rechazaron el pin parental que exige Vox en los centros educativos, un veto paternal aprobado por la Región de Murcia (PP y Ciudadanos) a principios de curso y recurrido judicialmente por el Gobierno central (PSOE-Unidas Podemos). PSPV, PP, Ciudadanos, Compromís y Unidas Podemos rechazaron la medida.

Los portavoces de los distintos grupos se refirieron a la iniciativa con calificativos como «una mierda» (Fran Ferri, de Compromís); «pseudopolítica» (Carlos Gracia, de Ciudadanos); «completamente inviable» (Beatriz Gascó, del PP) o «problema que no existe» (Ana Besalduch, del PSPV-PSOE). Desde Unides Podem, Cristina Cabezo consideró «bochornoso» debatir esta propuesta tras la concentración para condenar el último asesinato por violencia de género en Moraira, que tuvo lugar momentos antes de iniciarse la sesión parlamentaria.

La propuesta recibió los votos en contra tanto del gobierno del Botànic II (PSPV, Compromís y Unides Podem) como del resto de la oposición (PP y Cs), en una jornada que contó con la visita a València de la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid. Antes del pleno, Rocío Monasterio denunció el «adoctrinamiento del pancatalanismo» y llamó a «dar la batalla por la educación».

Tras rechazar las enmiendas «descafeinadas» de Partido Popular y Ciudadanos, la diputada de Vox. Llanos Massó, exigió a la oposición que se posicione en materia educativa, recordando su «equidistancia» en las políticas LGTBI y cuestionando su «comprensión lectora».