Botsuana, el país con más elefantes del mundo, ha decidido levantar la prohibición de cazar estos animales en su territorio, informaron fuentes oficiales.

La decisión, adoptada después de "extensas consultas con todas las partes implicadas", fue anticipada anoche, en un comunicado, por el Ministerio de Medioambiente, Conservación y Turismo de Botsuan.

El aumento de los conflictos entre humanos y elefantes -por ejemplo, por incursiones de los paquidermos en localidades y terrenos de cultivo- o el aumento de los depredadores (derivado del crecimiento demográfico de los elefantes) y sus consecuencias para el ganado figuran entre los motivos señalados para el fin del veto.

"Impacto negativo" en algunas comunidades

El Gobierno también alega que la prohibición, instaurada en el 2014 por el anterior presidente del país, Ian Khama (2008-2018), ha tenido un "impacto negativo" en la forma de vida de muchas comunidades que antes se beneficiaban de ella.

En general, Botsuana considera que hay "consenso general" entre los implicados para que se levante el veto, si bien el Ministerio también reconoció que empezó el proceso de consultas en febrero pasado porque había "dos escuelas de pensamiento" al respecto.

Ese debate involucró a las comunidades afectadas por el aumento de la población de elefantes, autoridades locales, oenegés, empresas de turismo, investigadores y conservacionistas, entre otros.

Con más de 135.000 ejemplares, Botsuana tiene la mayor densidad de población de elefantes del mundo.El actual presidente, Mokgweetsi Masisi, mantiene una postura contraria a la inviolabilidad de los elefantes, pese a que el turismo de safaris de lujo aporta jugosos ingresos al país.

A comienzos de mayo, Masisi fue anfitrión de un foro con los países vecinos -un grupo que en total alberga dos tercios de los 400.000 elefantes que se estima que quedan en África- en el que incluso defendió el fin de la prohibición internacional de comerciar con marfil.

Se calcula, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que en la primera mitad del siglo XX había más de tres millones de elefantes en la región.

La población total ha disminuido en menos de un siglo hasta situarse en el 13 % de aquellas cifras.