El paradisíaco archipiélago de Fernando de Noronha, el mayor de Brasil y una de las pocas zonas del país libre de contagios por el nuevo coronavirus, exigirá a los turistas la prueba negativa para covid-19 a partir del 10 de octubre, anunciaron este miércoles las autoridades regionales.

Desde el pasado 1 de septiembre el acceso de turistas a las 21 islas solo estaba permitido con la comprobación clínica de su cura después de haber dado positivo para covid-19 y ahora se amplía al resto cuando el visitante presente el test negativo de la prueba molecular RT-PCR (nariz y garganta) de un día antes del viaje.

"Esta apertura solo ocurre por la extrema responsabilidad y seriedad del Gobierno de Pernambuco en el enfrentamiento de la pandemia y, principalmente, en Fernando de Noronha, donde no se detecta contaminación comunitaria desde mayo", destacó en rueda de prensa Guilherme Rocha, administrador de la isla.

Otra de las medidas "indispensables" adoptada por el archipiélago es la del uso de la aplicación de telefonía móvil Dycovid-Dynamic Contact Tracing durante su estancia en las islas.

La aplicación, desarrollada para la Secretaría de Salud regional y el Ministerio Público local por el Porto Digital de Recife, la capital de Pernambuco y mayor parque tecnológico de Brasil, notifica al usuario de las zonas de riesgo para covid-19, siempre manteniendo en anonimato la identidad de las personas que fueron contagiadas.

En el momento de abandonar el archipiélago, los turistas deberán someterse a una nueva prueba RT-PCR.

La autorización gradual para los turistas curados ha sido el primer paso para la reactivación del turismo en Fernando de Noronha, principal fuente de ingresos del archipiélago de poco más de 3.000 habitantes y mayor región insular del país.