Corea del Sur anunció ayer que colocará brazaletes electrónicos para vigilar a aquellas personas que se salten las cuarentenas obligatorias y así evitar que se propague el coronavirus. Quien se salte la cuarentena puede ser castigado hasta con un año de cárcel o multas de hasta 7.450 euros.

El Ministerio del Interior surcoreano tiene una aplicación para el móvil que funciona con GPS que también alerta a las autoridades cuando se rebasa la zona de cuarentena, pero su descarga no es obligatoria y muchos deciden no llevar el móvil encima.