La lección sobre las luciérnagas parecía estar aprendida. El brillo de estos insectos, conocido como bioluminiscencia, era su manera de atraer la atención de una pareja. Es decir, nada más ni nada menos que una técnica de cortejo muy vistosa. ¿Pero es esta la única función de sus característicos destellos de luz? De acuerdo con un estudio publicado en la revista Science Advances, no. El brillo de las luciérnagas también podría ser una herramienta de estos insectos para evitar ser cazadas.

Según apuntan los responsables de la investigación, la luz que irradian podría entenderse como una característica que beneficia tanto a los insectos como a sus depredadores. En ese sentido, los destellos servirían de aviso a los murciélagos para indicar que las sustancias químicas que producen el característico resplandor resultarían amargas para su paladar y así no atacar.