La Policía Nacional investiga la sustracción de un valioso incunable del siglo XV que se encontraba depositado en el archivo de la Catedral de Huesca, una monitoria publicada en Zaragoza en 1477 que ordena a los musulmanes de la ciudad derribar sus alminares o minaretes.

Fuentes de la Diócesis de Huesca han confirmado a Efe que la desaparición del documento fue denunciada una vez los responsables del archivo se apercibieron de su ausencia, aunque no han podido precisar en que fechas se pudo llevar a cabo el robo.

El documento está sellado el 5 abril de 1477 y recoge las disposiciones de unas Cortes presididas en Calatayud en 1461 por Juan II de Aragón en relación a normas de convivencia a seguir por los musulmanes residentes entonces en Zaragoza.

El incunable recopila leyes y normas orientadas a regir el comportamiento de la minoría musulmana en Zaragoza, cuyos cantos de llamada a la oración desde los alminares exasperaban a la población cristiana.

Así lo asegura el doctor en Historia e investigador Miguel Ángel Pallarés en un estudio, que publicó en 2008 en la revista "Argensola" del Instituto de Estudios Altoaragoneses, sobre la localización del incunable en la Catedral de Huesca, editado con la 'letrería' utilizada en la época en Zaragoza por los socios Enrique Botel y Pablo Hurus.

Las fuentes citadas han asegurado a Efe que sólo tienen acceso al archivo catedralicio los investigadores acreditados, que en todo momento deben estar acompañados por personal del recinto mientras estudian los documentos requeridos.

Aún así, las necesidades del servicio obliga a veces a los empleados que acompañan a los investigadores a ausentarse ocasionalmente por diversas razones de servicio o personales.

Por esta razón, han añadido estas fuentes, los responsables policiales de Patrimonio han abierto una investigación en torno a los estudiosos que han accedido al archivo de la catedral oscense.

Además, se han realizado trámites con el sector de los anticuarios para alertar de la posible aparición del incunable para su venta en el mercado de las subastas.

Las fuentes citadas aseguran que la sustracción de este tipo de documentos, con un valor histórico significado, suele llevarse a cabo por personas conocedoras del potencial interés que tienen para su venta en el mercado a los coleccionistas.

Un valor histórico que ilustra en el citado artículo de referencia Miguel Ángel Pallarés, para quien el hallazgo de este incunable es "una gratísima noticia para el mundo de la bibliografía, y en concreto para la aragonesa, por cuanto que la hoja que nos ocupa fue uno de los primeros impresos realizados en Zaragoza".

El fuero recogido en el incunable sustraído prohibía a los musulmanes del Reino de Aragón a invocar públicamente a Mahoma desde las mezquitas para que no invadiera el espacio sonoro cristiano e hiriera su sensibilidad religiosa.