En la guerra de la Independencia, los gaditanos ya demostraron su coraje contra los franceses y, ahora, dos siglos después, la provincia vuelve a alzar su voz contra los galos. En esta ocasión, contra el Museo del Louvre. La Diputación quiere recuperar el denominado Bronce de Lascuta, uno de los documentos en latín más antiguos de la Península Ibérica localizado en 1866 en Alcalá de los Gazules. Un avispado ingeniero adquirió la pieza y consciente de su valor, la vendió al prestigioso museo donde se exhibe ahora sin pena ni gloria. «No se trata de abrir un conflicto diplomático, sino recuperar lo que es nuestro, porque se descubrió aquí», resume el alcalde de Alcalá, Javier Pizarro, impulsor de la moción de la Diputación, aprobada por unanimidad por todos los grupos políticos, que insta al Ministerio de Cultura y a la Junta de Andalucía a iniciar las acciones oportunas con Francia para recuperar --si es posible-- la pieza.

La tablilla metálica, de apenas 25x14 centímetros, es una de las primeras piezas que constatan la presencia romana en Cádiz. Escrito en latín arcaico y datado en el año 189 antes de Cristo, contiene un resumen de un decreto promulgado por el procónsul romano Lucio Emilio Paulo por el que se libera a los habitantes de la Torre Lascutana de la servidumbre a la que estaban sometidos por Asta Regia, ciudad situada cerca de Jerez.