En este club japonés van de cabeza. Porque sus miembros tienen algo en común: son calvos. Y como no tienen un pelo de tontos, han sacado deportividad a su calvicie. 30 hombres se han enfrentado en esta competición este miércoles en la ciudad japonesa de Tsuruta.

Ventosa pegada a la cabeza, todo consiste en tirar de la cuerda a la que está atada y conseguir quitar la del rival. Los competidores acaban con dolor de cabeza e, incluso, con la señal de la ventosa en la calva.

SEGURIDAD Y ORGULLO

Masatomo Sasaki, de 64 años, es la primera vez que participa en este torneo de calvos. Y confiesa que antes se sentía inseguro y mal con su calvicie. Pero que eso ha cambiado gracias a este club de calvos. "Me siento orgulloso, o tal vez debería decir que me siento bien por ser un hombre calvo", asegura, y añade que empezó a perder el pelo cuando tenía 40 años.

Teijiro Sugo, de 70 años y presidente del club, desea que la competición se vuelva mucho más grande."Quiero que todos los calvos vengan y podamos organizar un torneo olímpico", asegura.