La campaña de prevención frente al sida puesta en marcha hace casi una semana por el Gobierno francés no ha gustado a muchos alcaldes conservadores del partido de Los Republicanos, que ven en los carteles mostrando a parejas homosexuales «un atentado contra la moral».

En una quincena de localidades, los consistorios han sido sensibles a las quejas de la Asociación Familiar Católica (AFC), que ha reclamado a los ediles «retirar esos carteles que indignan a las familias». La AFC argumenta que la campaña contraviene el artículo del Código Penal referido a la difusión en la vía pública de mensajes «contrarios a la decencia». La asociación lamenta también que los niños tengan que ver los carteles y que los padres estén obligados a abordar con ellos ese tema.

«HERIR A LA INFANCIA» // En la localidad de Aulnay sous Bois, en la periferia de París, el alcalde de Los Republicanos, Bruno Beschizza, ha adoptado un decreto que prohíbe la difusión de la campaña con el argumento de que los carteles pueden «herir la sensibilidad de la infancia y la juventud». Ese es también el caso del alcalde de Angers. Christophe Béchu, quien alega que los eslóganes elegidos para la campaña han provocado estupor entre los habitantes.