La masculinidad tradicional está en entredicho, y así lo están manifestando algunas de las últimas campañas publicitarias. Apenas unos días después de que Gillette cuestione a los hombres y les invite a reflexionar sobre su comportamiento, la organización por los derechos de los animales PETA asocia violencia y machismo a comportamientos de los hombres.

PETA acude a un estudio reciente de la Asociación de Psicólogos de Estados Unidos, donde en una guía psicológica para hombres y niños, expone que la "masculinidad tradicional" implica dominio y agresividad y que eso es precisamente destructivo para ellos porque consideran que se trata de una misoginia que busca evitar la muestra de debilidad en público. Así, enlaza esta ideología con bullying o violencia, con lo que se supone que debe ser un hombre.

En base a estos estudios, hablan por ejemplo de cómo los toreros "borrachos de machismo" apuñalan a los animales por deporte, o cómo hay quienes buscan tener partes de animales como trofeos. "Se podría decir que un hombre necesita terapia si trata de mostrar su virilidad matando a un pájaro o un pez".

De la misma manera, dicen, que los hombres que comen muchísima carne porque así son los "hombres reales", y añaden cifras de cómo los hombres consumen un 57% más de carne que las mujeres en Estados Unidos. Y entonces, hablan de los problemas que produce este consumo, entre ellos la disfunción eréctil.

Por todo ello, piden a los hombres dejar de ser un macho y pasarse al veganismo. Y lo hacen con esta campaña publicitaria en la que sustituyen sus atributos por verduras.