El director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Valentí Fuster, reivindicó ayer el uso de la polipíldora que él contribuyó a desarrollar en el año 2007 para optimizar los tratamientos de las enfermedades cardiovasculares, sobre todo en personas que ya han padecido un infarto o un ictus.

La polipíldora, que ya está autorizada por agencias reguladoras del medicamento en 50 países, entre ellos España, es un medicamento que en una única cápsula combina tres fármacos (atorvastatina, ácido acetilsalicílico y ramipril-5), todos ellos indicados para aquellos pacientes que han sufrido un evento cardiovascular previo, aunque se está estudiando su eficacia en un ensayo clínico en personas que tengan un riesgo alto de sufrir un infarto o un ictus.