Castellón despidió ayer a Heredio Iserte con una multitudinaria misa funeral en la concatedral de Santa María, en la que se congregaron muchas caras conocidas de la política, la cultura y la sociedad provincial, que quisieron acompañar a la familia en tan tristes momentos y dar el último adiós al que fuera fotógrafo de Mediterráneo (1962-1983) y de la Diputación (1983-2007), donde fue fotógrafo oficial de la corporación y de su intensa actividad.

Un templo hasta la bandera para rendir homenaje al periodista gráfico que durante años retrató la historia, las tradiciones, las gentes y los principales acontecimientos de su tierra de adopción, Castellón, que ayer le dijo adiós con honores y flores blancas.

Numerosos compañeros de profesión, del mundo de la comunicación y de las instituciones políticas de la ciudad, así como colectivos sociales y culturales se sumaron al duelo por su pérdida. Y las muestras de condolencia han sido numerosas. La Diputación, su «casa», emitió un obituario: «Lloramos la pérdida de un artesano de la imagen, de un gran hombre que ha sabido captar la magia de esta tierra e inmortalizarla en una valiosa colección fotográfica. A través de su mirada, hoy conocemos mejor la historia de la provincia y nos sentimos un poco más orgullosos de nuestro patrimonio, paisajes y tradiciones. Con su legado, nos encargaremos de trasladarlo a las generaciones venideras». Desde la Cámara de Comercio, su presidenta, María Dolores Guillamón, trasladó a la familia el «más sentido pésame» de la entidad.