Un conocido aficionado de Nules, Raúl. S. P. El Menda, de 33 años, está entre los 13 heridos que dejó ayer el largo y emocionante segundo encierro de San Fermín. El hombre sufre una luxación en el hombro y su pronóstico es menos grave que el del resto de corredores accidentados, entre los que hay cinco norteamericanos y dos de nacionalidad francesa.

El peor malparado de los tres lesionados de más gravedad fue un mozo estadounidense de 22 años, que presentó una herida por asta con desprendimiento de la piel del brazo, que le obligó a pasar por quirófano ayer.

TERCER AÑO // Fue una carrera larga, de más de cuatro minutos, en la que los toros de la ganadería del abulense José Escolar repitieron hazaña en su tercer año consecutivo en San Fermín. Habían pactado hace unas semanas no repetir los episodios de años anteriores. Así lo acordaron los seis de José Escolar antes de emprender un viaje con destino Pamplona desde la finca Monte Valdetiétar, situada en Ávila.

En la cabeza de los corredores merodeaba la idea de que un escolar se diera la vuelta como había sucedido tanto en 2015 como en 2016. «Pero no, no puede ser». En esas estaba Alberto Torrechiva mientras enrollaba el periódico en los minutos previos a que sonara el cohete. Al mismo tiempo el grupo de aficionados morellanos le cantaban a San Fermín debajo de la hornacina.

Se escuchó el pum y en corrales hubieron movimientos extraños. «¡Todos dirección plaza de toros!», advirtió Sevillano, el ejemplar de mayor peso del lote con 580 kilos, mientras Voluntario asentía. Y así, con la consigna resonando en sus oídos, la manada cruzó el portón de corrales situándose por delante de los mansos. Y los aficionados respiraron aliviados. «Todo en orden», gritaban desde los balcones a los miles de corredores presentes.

Poco duró esa sensación de calma tensa. Tan poco como el espacio entre corrales y la primera línea policial, cuando Diputado hizo la jugada y tiró cuesta abajo incumpliendo así la disciplina del grupo. «No hay dos sin tres», repetían los aficionados entre bromas y lamentos. Mientras el ejemplar hacía de las suyas en esa particular zona, el resto de la torada enfiló la cuesta de Santo Domingo en fila india derrotando a los lados.

GRAVE COGIDA // Advertencias que se cumplieron en el tramo del Ayuntamiento, cuando un mozo fue cogido de forma dramática por el que abría manada. Cuatro José Escolar tomaron la curva de Mercaderes primero, seguido de un quinto a metros de distancia. Con este ejemplar probó suerte Samuel Valero, de Almassora, y metros más adelante Mateo Ferris, de Onda, que lo guió casi hasta Telefónica.

Cuando la manada entró en la plaza, pasados dos minutos del inicio de la carrera, Diputado comenzaba la suya arropado por los cabestros de cola, a quienes burló junto a los pastores durante su tiempo de deserción. Más rápido que los mozos en algunos tramos, el animal fue enchiquerado a los cuatro minutos y dos segundos. Con él estuvo en carrera Borja, de Almassora, con la sudadera de la peña El Trasto.