E l evidente aumento de casos de coronavirus ha llevado a las comunidades autónomas que presentan un mayor número de brotes a tomar medidas más drásticas para evitar las reuniones sociales, consideradas actualmente el principal foco de la expansión de la pandemia. Murcia anunció ayer que limitará a un máximo de seis personas estas reuniones sociales, Cataluña a un máximo de 10 y Madrid, por su parte, pide que no se celebren porque son un foco de contagios. «Hay un cierto nivel de transmisión comunitaria en toda España», reconocía Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, quien pidió un esfuerzo para reducirla y que sea «lo suficientemente baja» como para que la próxima vuelta al colegio «no sea un problema».

Sube la transmisión del covid-19 en toda España y lo hace también en las residencias de ancianos, que acogen a la «población más frágil» y donde se encuentra el 7,3% de los brotes, con un promedio de 14 casos, aunque hay ocho o 10 con un número importante de afectados que distorsiona ese porcentaje, expuso Simón.

Cataluña ha prohibido en todo su territorio las reuniones de más de 10 personas, tanto en el ámbito público como privado, exceptuando el laboral y los transportes, porque un 70% de los contagios que se están diagnosticando se originan en reuniones sociales, familiares o con amigos. Lo apuntó el presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien avanzó medidas más restrictivas de reducción de aforo en cuatro localidades barcelonesas (Terrassa, Granollers, Les Franqueses y Canovelles) y pidió un «nuevo esfuerzo» a los catalanes, porque «en las próximas tres semanas nos jugamos prácticamente todo lo que pasará en otoño e invierno».