La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, apeló ayer a la autonomía de los centros docentes para delegar en sus gestores la responsabilidad de controlar el virus una vez se vuelva a las aulas. «Serán ellos los que decidan qué persona velará por el cumplimiento» de las normas fijadas para evitar rebrotes, según explicó en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

La titular de Educación descarta implantar la figura de una «enfermera escolar», una demanda de la Organización Colegial de Enfermería, que defiende que así se combatiría mejor una posible oleada del patógeno.

Los colegios, por lo tanto, elegirán a ese encargado de garantizar que la ventilación de las clases sea continua y que los alumnos y profesores cumplan con las medidas higiénico-sanitarias de lavado frecuente de manos y la distancia de seguridad de al menos metro y medio.

Los directores de los colegios, prosiguió la ministra, formarán al claustro, profesores y alumnos acerca de estas medidas de vigilancia. Celaá insistió en que los niños mayores de 6 años, como los profesores, tendrán que utilizar la mascarilla a no ser que sea posible la creación de «grupos burbuja» con un número muy limitado de pequeños que se comporten en clase como si de una familia se tratara sin conectar con el resto de módulos.

Estos grupos podrían prescindir de la mascarilla, avanzó la ministra, antes de recordar que las medidas de protección contra el coronavirus «no son un capricho», sino que cuentan con base científica. «Parece comprobado que los niños tienen menor carga vírica que los mayores», continuó, «pero estamos ante una enfermedad para la que aún no tenemos vacuna», subrayó confiada en que estas limitaciones desaparezcan durante el curso 2020-21.

Celaá insistió en su apuesta por reforzar la formación digital y anunció que el Gobierno prestará a las comunidades autónomas 500.000 dispositivos electrónicos con conexión a internet para que ningún alumno se quede fuera de la educación «independientemente de su realidad social o de dónde resida».

Educación recibirá del Fondo covid-19, aprobado ayer por el Consejo de Ministros, un total de 2.000 millones de euros que repartirá entre las comunidades autónomas para reforzar el sistema educativo.