Desde que fue nombrada ministra de Educación, Isabel Celaá ha repetido en varias ocasiones su preocupación por el uso de los móviles en las aulas. Siempre ha defendido que es un tema “a estudiar”. En alguna ocasión, llegó a pedir una reflexión sobre “si el tiempo escolar debe estar libre de esa adicción”, en alusión a la dependencia que tienen los jóvenes de las pantallas. “En algunos casos el móvil ayuda, pero merece la pena valorar si prohibirlo en los centros sirve para disminuir la adicción digital”, sentenció en septiembre del año pasado. Sin embargo, Celaá esta mañana ha rechazado de plano la propuesta de PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid de establecer un veto general de los 'smartphones' en los centros escolares, como ya ocurrió en Francia hace un año.

Celaá considera más oportuno dejar que cada colegio e instituto decida si permite o prohibe los móviles. “Me parece más interesante que cada centro educativo sea capaz de ejercer la autonomía y ver si en determinada aula se necesitan los móviles para seguir una lección o es mejor, sencillamente, dejarlos fuera”, ha indicado Celaá esta mañana en Madrid, informa Europa Press. En su opinión, los centros educativos han ejercido esa autonomía “con acierto conociendo lo que pedagógica y técnica convenga a los alumnos”. La ministra ha añadido que, en todo caso, estará “atenta a la reflexión” del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

El uso de los móviles en las aulas es -a todas luces- un debate que está lejos de estar cerrado. Una reciente encuesta del GESOP revela un claro apoyo social a la prohibición (86%), sin embargo los expertos no se ponen de acuerdo entre los peligros y beneficios para el rendimiento del alumno.