La Guardia Civil cree que la Manada de Callosa d’en Sarrià pudo haber cometido al menos tres agresiones anteriores a la que perpetraron el día 1 de enero por la que están en prisión provisional sin fianza y, de hecho, un video en el teléfono de uno de los detenidos ha permitido formalizar ya una segunda denuncia.

El primer día del año, los agentes detuvieron a cuatro jóvenes de entre 19 y 24 años tras sorprender a tres de ellos mientras completaban la agresión sexual sobre una mujer a la que encontraron totalmente desorientada y con signos de estar bajo los efectos de alguna droga. Al cuarto lo arrestaron poco después. Uno de los detenidos tiene antecedentes por violencia de género y abusos sexuales a una menor.

EL AVISO // Fuentes de la investigación han confirmado que la llamada que avisó de la situación la efectuó pasado el mediodía la hermana de uno de los detenidos que vive junto a su familia en la vivienda que hay encima de la planta baja en la que sucedieron los hechos. La joven oyó lo que estaba pasando y avisó a la Policía Local, cuyo retén está muy cerca de su domicilio y que en pocos minutos acudieron al lugar y sorprendieron a los detenidos.

Además del testimonio de los agentes, que vieron a uno de los detenidos subiéndose los pantalones y a otro sobre la víctima, la incautación de sus móviles permitió encontrar un vídeo de unos cinco minutos que ha permitido afinar la imputación, a falta de completar la instrucción. A uno de ellos se le acusa de una agresión sexual, a otros dos de abusos sexuales y al cuarto de un delito contra la intimidad.

Falta por saber si el video que ha propiciado la segunda denuncia supone también una prueba tan palmaria como lo es el primero y si aparcen otros similares. De momento, la Guardia Civil ya ha detectado otros dos casos similares de los que podrían ser responsables y no se descarta que al final sean más de cuatro los casos.

La investigación de la agresión de Nochevieja está ahora pendiente de los resultados del examen toxicológico que se ha requerido para tratar de confirmar que la víctima había consumido drogas y tratar de averiguar si lo hizo contra su voluntad, algo que puede demorarse algunas semanas. La mujer era conocida de algunos de los detenidos con los que estuvo tomando copas en Nochevieja en Benidorm antes de trasladarse a Callosa.

Cerca de 300 personas se concentraron este lunes a las doce del mediodía en la plaza del Ayuntamiento de Callosa para mostrar su repulsa ante este nuevo caso de violencia machista.