Cazadores y naturalistas del departamento francés de la Alta Saboya, fronterizo con Suiza, han observado en los últimos meses ejemplares de chacal dorado, un mamífero carnívoro, de la familia de los cánidos, que por tamaño se encuentra a medio camino entre el lobo y el zorro. En tres ocasiones, como mínimo, el animal o los animales han sido fotografiados e identificados sin margen de error, según ha confirmado el Ministerio de Medio Ambiente. En una de ellas, captada en color por el naturalista Christophe Gilles, se observa a un individuo de cuerpo completo husmeando un tronco.

Los avistamientos no deberían extrañar teniendo en cuenta que el chacal dorado es un mamífero inquieto y oportunista, capaz de realizar grandes recorridos y de alimentarse de todo tipo de comida, incluyendo despojos en vertederos, pero lo sorprendente del caso es que se trata una especie cuyo ámbito de distribución en Europa se limitaba hasta hace medio siglo a un puñado de enclaves la península de los Balcanes, desde Bulgaria hasta Hungría y Croacia. No se tiene constancia histórica de la presencia de la especie al oeste de los Alpes.

Sin embargo, al igual que ha sucedido en Francia, en la última década se han observado chacales dorados aislados en los Países Bajos, Suiza, Dinamarca, Alemania, las repúblicas Bálticas, Austria y Polonia, entre otros países. En el noreste de Italia y Eslovenia, además, se da por hecho la presencia estable de la especie. Miha Krofel, profesor asistente de la Universidad de Liubliana (Eslovenia) y uno de los grandes especialistas europeos en la especie, da por hecho que la especie se acabará consolidando en un territorio mucho mayor que sus feudos tradicionales debido a sus "buenas habilidades de dispersión a larga distancia". "Poblaciones que están relativamente lejos entre sí pueden permanecer en contacto", explica a El Periódico.

¿HASTA ESPAÑA?

El especialista esloveno no descarta incluso que el chacal dorado pueda extender otros territorios del oeste europeo, entre ellos el sur de Italia, Francia y España, "salvo en zonas donde haya nieves profundas y presencia estable del lobo".

"Los chacales prefieren los hábitats mosaico [con varios ecosistemas en un mismo ámbito], sobre todo si hay una buena disponibilidad de alimentos procedentes de la actividad humana, como restos de matanzas y otros desechos orgánicos -prosigue Krofel-. Pero son muy adaptables y pueden sobrevivir en la mayoría de los hábitats europeos". A nivel mundial, la especie se extiende por Asia hasta la India y Myanmar.

El chacal dorado ('Canis aureus') mide hasta 50 centímetros en la cruz y tiene un peso de entre 7 y 15 kilos. Genéticamente, según los especialistas, está más cerca del lobo gris, pero desde un punto de vista ecológico, especialmente en lo que concierne a la dieta, parece más bien un zorro. En cualquier caso, es un animal muy poco estudiado, entre otros aspectos por su carácter esquivo y sus hábitos nocturnos. Incluso en Bulgaria, donde se cree que hay varios miles de ejemplares, es un animal difícil de observar.

LIMBO LEGAL

La especie se encuentra en una especie de limbo legal. Aunque no es un animal autóctono, su llegada a Europa obedece a un proceso totalmente natural. "Si los chacales son transportados y liberados en algún lugar por las personas, entonces podrían considerarse especies no nativas y potencialmente también invasoras. Pero en las áreas que los chacales colonizan por sí mismos, deben considerarse nativas, al igual que muchas otras especies que de forma natural ampliaron su rango de distribución, por ejemplo debido al cambio climático y los cambios de hábitats", considera Krofel, quien pone el ejemplo de la tórtola turca ('Streptopelia decaocto').

La Comisión Europea consideró en el 2016 que, en el estado actual de los conocimientos científicos, el 'Canis aureus' no podía tratarse como una especie exótica invasora, lo que obligaba a los estados miembros donde el animal se ha establecido a mantener un buen estado de conservación de la especie. Sin embargo, la reacción ha sido muy variada: mientras en Alemania se considera una especie protegida, en Croacia se puede cazar.

UNA ECUACIÓN INDISCUTIBLE

"Los chacales tienen una historia muy interesante en Europa", relata Miha Krofel, de la Universidad de Liubliana. Han estado presentes en el continente durante al menos 6.500 años, pero durante la mayor parte de este tiempo se han limitado a "pequeñas islas y zonas costeras a lo largo del Mediterráneo y el mar Negro, en el sudeste de Europa". Comenzaron a extenderse en los siglos XIX y XX, coincidiendo con el inicio del exterminio de los lobos grises en toda Europa continental, "y se expandieron rápidamente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando las poblaciones de lobos quedaron reducidas al mínimo", concluye el especialista esloveno. Krofel publicó el año pasado un estudio que confirmaba este vínculo.