El histórico capo gallego, Manuel Charlín Gama, casi nonagenario, volverá a sentarse en el banquillo de los acusados en la Audiencia Nacional como jefe del clan familiar por un delito de blanqueo de capitales, en relación a un patrimonio valorado en unos 12 millones de euros procedentes del narcotráfico. Un patrimonio que habrían conseguido ocultar a la Justicia cuando en 1995 la familia fue detenida en la primera gran operación por blanqueo de dinero contra una organización gallega con un patrimonio intervenido de unos 30 millones de euros, dirigida por el juez Baltasar Garzón.

El patrimonio embargado ahora incluye la depuradora de mariscos de A Illa de Arousa incautada entonces, cuya adquisición en 2008 en una subasta pública por parte de una nieta de Manuel Charlín dio origen a la Operación Repesca, otra depuradora en China, cuentas bancarias en Suiza bloqueadas con casi 3 millones de euros y varios inmuebles en Vilagarcía y Vilanova.

Diez años después de las detenciones del considerado mayor clan de narcotraficantes de Arousa por delito de blanqueo otra vez, la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional interesa la apertura de juicio oral para once procesados y solicita penas que suman 61 años de prisión y multas por importe de 209 millones de euros por delitos de blanqueo de capitales derivados del tráfico de drogas, cometido en el seno de una organización delictiva.

La pena más alta -8 años de cárcel y 15 millones de euros de multa- se solicita para Manuel Charlín Gama, que ostenta la jefatura de la organización, según el escrito de acusacion del fiscal. Para sus hijos Josefa y Óscar Charlín Pomares, y su nieta Noemí Outón Charlín (hija de Josefa), pide penas de 6 años y multa de 12 millones de euros al aplicarles la agravante de reincidencia. Sus hijos Melchor y María Teresa Charlín Pomares, y su neita Natalia Somoza se enfrentan también a 5 años de prisión y 10 millones de euros de multa, la misma pena que se pide para otros cuatro testaferros procesados, entre los que se encuentran dos abogados.

La Fiscalía Antidroga sobresee las actuaciones respecto a Manuel Charlín Pomares (fallecido en noviembre de 2019 durante la instrucción), y otros tres investigados, entre los que figura la ciudadana china afincada en Vigo LiLi “al resultar de las actuaciones la comisión de ilícitos penales, pero no resultar suficientemente acreditada su participación en los mismos”.

En su escrito de acusación, el fiscal Luis Uriarte, reclama el decomiso de la depuradora de marisco de A Illa que dio origen a la operación Repesca, varios pisos y bienes urbanos, los fondos de casi 3 millones de euros bloqueados en cuentas bancarias en Suiza y la inversión de 1,9 millones de dólares que realizaron en una depuradora en China.

El 28 de mayo de 2008 el Juzgado de lo Social de Pontevedra subastó la depuradora de la familia Charlín en Grandín, A Illa, a instancia de los trabajadores de Sochar, cuya principal administradora era Teresa Charlín, la única hija del patriarca que no había sido condenada en el primer juicio por blanqueo contra la familia. Su hija, Natalia Somoza, la compró por casi 800.000 euros, si bien “era su madre quien ponía el dinero y adquiría para sí los bienes subastados, procediendo las cantidades abonadas de la actividad ilícita del narcotráfico a la que se había venido dedicando en los últimos años como integrante del clan Charlín”, recoge el escrito de acusación. Unos bienes que en un procedimiento de menor cuantía se transfirieron a la Constructora Rodríguez Paz, con lo que consiguieron “introducir el dinero de procedencia ilícita en el tráfico mercantil a nombre de un tercero”.

Para ocultar más fondos ilícitos, asevera la Fiscalía, se invirtió el dinero en la depuradora en China -que explotaron hasta 2008 y después alquilaron a 7.000 euros al mes- y abrieron cuentas en Suiza, que seguían abiertas en el año 2010 cuando fueron detenidos los hermanos Charlín Gama y el patriarca, quien acababa de salir libre tras pasar 20 años en prisión por narcotráfico.

EL PATRIARCA DIRIGÍA DESDE PRISIÓN LAS INVERSIONES: QUIÉN ES QUIÉN EN EL CLAN CHARLÍN

El pasado 17 de noviembre Manuel Charlín, el “Viejo”, cumplió 88 años. Ni la edad, ni sus múltiples detenciones y condenas han logrado jubilarlo y hace unas semanas compareció ante el juez por conducir sin puntos en el carné. Tenía 26 años la primera vez que lo arrestaron, en 1958, por escándalo público. Tras varias entradas y salidas en prisión, en 1990 fue detenido en la Operación Nécora, pero recuperó la libertad cuatro años después. A los seis días regresó a prisión provisional en relación al asesinato de Manuel Baúlo y fue excarcelado bajo fianza.

En octubre de 1995 Baltasar Garzón ordenaba una nueva operación contra el patriarca, y Manuel Charlín caía escondido en un zulo en el gimnasio de su casa en Vilanova. Le condenaron a 20 años de cárcel por el alijo de 600 kilos de cocaína del Halcón II . Cumplía condena cuando le cayeron otros 13 años por blanqueo de capitales, en la primera gran operación contra el clan Charlín. Sumaban casi 100 años de prisión y multas millonarias, que no pagaron al declararse insolventes. Tras veinte años, el interno Manuel Charlín salió de prisión en julio de 2010. Días después pagó 30.000 euros para eludir un nuevo ingreso en prisión por la Operación Repesca, la que ahora vuelve a llevarle a juicio.

Él siempre ha negado cualquier relación con el narcotráfico. El fiscal Uriarte sostiene que durante la instrucción de esta causa Manuel Charlín cumplía condena en prisión pero “era consultado acerca del destino y de la actuación en relación con determinados bienes” y era a quien correspondían “las decisiones últimas”.

La trama creada “con el fin de ocultar el importante patrimonio ilícitamente obtenido” entre los años 2002 a 2010, incluyen una inversión de casi 2 millones de dólares en la planta conservera de Qingdao en China que el fiscal atribuye a Manuel Charlín Gama, sus hijos Melchor, María Teresa y Óscar Charlín Pomares, así como a su nieta Natalia Somoza. A día de hoy han perdido sus derechos sobre la inversión porque las autoridades chinas les han retirado la licencia de actividad.

Una comisión rotatoria descubrió, además, tres cuentas abiertas en bancos de Suiza en 2000 y que seguían operativas en 2010. En la intitulada “Malla” con un saldo de 1.301.478 euros, la titular es Josefa Charlín -mano derecha de su padre mientras él estuvo en prisión- y los apoderados su hermano Óscar y su hija Noemí. En la intitulada Viauton, con 757.844 euros, la titular es Josefa y el apoderado su hermano Óscar. Finalmente en la intitulada Blue, con 239.42 euros, el titular es Óscar y la apoderada su sobrina Noemí.