Los Sanfermines 2019 arrancaron ayer al mediodía en un ambiente festivo y musical con el lanzamiento del chupinazo por parte de Jesús Garisoain, subdirector de la banda municipal de música La Pamplonesa que, en la celebración de su centenario, fue la elegida por los pamploneses para marcar el ritmo de la fiesta.

Acompañado por el presidente de la banda, José Andrés Palacios, se asomó al balcón principal del Ayuntamiento, desde donde prendió el cohete, decorado de color rojo y con las imágenes de San Fermín y el escudo de Pamplona. Al unísono, los dos dieron inicio a las multitudinarias fiestas al grito de «Pamplonesas, pamploneses, viva San Fermín. Iruindarrak, gora San Fermín».

IKURRIÑA // También se vivieron momentos de tensión y nerviosismo en el balcón reservado para los concejales de EH Bildu y Geroa Bai, cuando dos ediles trataron de sacar una ikurriña --bandera de Euskadi--, una acción que los policías municipales evitaron.

Mientras tanto una plaza abarrotada de personas, que desde horas antes se habían ido congregando ante la Casa Consistorial, saludaron con entusiasmo la presencia de los miembros de La Pamplonesa y secundaron los vivas al santo, tras lo que, como dicta la tradición, se anudaron al cuello los pañuelos rojos, de los que muchos no se desprenderán hasta el próximo domingo.

PANCARTA // Aunque, por razones de seguridad, el Ayuntamiento había prohibido acceder a la plaza con envases de vidrio, palos y banderas o telas de gran tamaño, algunos asistentes lucieron una pancarta en contra de la dispersión de los presos y varias banderas, entre ellas también una ikurriña de grandes dimensiones.

Allí comenzaron a coger fuerzas para 204 horas de fiesta con actividades en la calle para todas las edades y el apoyo de un programa oficial, con 496 citas que tiene como imagen el cartel Ayer soñé un 6 de julio, de Edurne Taínta, elegido por votación popular.

Después de una jornada inicial de rejones en la plaza de toros, los encierros harán vibrar a partir de hoy a miles de personas.