Los científicos del University College de Londres (UCL) creen haber abierto una vía fundamental para luchar, e incluso acabar, con el cáncer, al dar con el “talón de Aquiles” de la enfermedad. A través de un estudio genético del cáncer, los investigadores han descubierto que los tumores que crecen y se extienden por el cuerpo tienen todos ellos unos marcadores comunes y únicos que el sistema inmunológico del enfermo puede atacar. El hallazgo posibilita el uso de tratamientos eficaces con este método “revolucionario” contra tipos de cánceres que mutan rápidamente, como el de pulmón o el de piel.

El tratamiento, personalizado para cada paciente, es complejo y puede ser muy costoso, advierte el estudio publicado en la revista especializada Science. Tampoco ha sido probado por el momento en pacientes, pero los investigadores esperan que se pueda aplicar en un plazo máximo de dos años.

FRACASOS ANTERIORES // La ciencia lleva años intentado hacer que el sistema inmunológico actúe contra los tumores, pero en la mayor parte de los casos ha fracasado, sin que se sepa por qué funciona con algunos pacientes y con otros no. Una de las razones es que las defensas del cuerpo han sido dirigidas hacia el objetivo erróneo. Existe un gran problema porque las células de los cánceres son dianas móviles, que crecen a partir de un “tronco” común, pero no son idénticas, mutan continuamente, aparecen en lugares diferentes y pueden tener una apariencia y un comportamiento muy distinto entre sí. Lo que el equipo de la UCL ha descubierto ahora son marcadores comunes, que aparecen como proteínas y resaltan por encima de las células cancerígenas, lo que según los científicos les convierten en “excelentes objetivos” para las nuevas terapias.

“Vamos a dar prioridad y a luchar contra los antígenos que están presentes en cada célula, el talón de Aquiles de esos cánceres muy complejos”, afirma el profesor Charles Swanton del Instituto del Cáncer de la UCL. “Es verdaderamente fascinante”, añade.

Hay dos posibles formas en estudio para luchar contra “el tronco” de las mutaciones. Una de ellas es desarrollar vacunas para cada paciente, que dirijan su sistema inmunológico hacia el objetivo. La segunda es “captar” células inmunes, que ya hayan atacado las mutaciones, multiplicar su número en el laboratorio y ponérselas al enfermo. H